Handball
“Ni en nuestro mejor sueño esperábamos llenar Ballester”

Florencia Ponce de León es jugadora de Ferro y de la Selección Argentina, luego de la Final que perdió ante Brasil dialogó con Argentina Amateur sobre el torneo.
Por Romina Miranda
(@MirandaRomiOk)
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Llegar a Florencia Ponce de León no fue fácil porque después de que terminó la Ceremonia de Premiación, cientos de niñas saltaron a la cancha para sacarse una foto con sus ídolas, con aquellas jugadoras que llenaron Villa Ballester y que estuvieron en la sexta Final de un Panamericano.
La Garra se llevó la medalla de plata del Panamericano de Selecciones y consiguió el pase al Mundial de Alemania. Florencia Ponce de León es una de las jugadoras de esta Selección que viene rompiendo los esquemas y día a día llega a mayor cantidad de gente.
La jugadora de Ferro Carril Oeste, de 25 años tuvo que ocupar el lugar de pívot de Antonela Mena y de Rocío Campigli. Ponce de León estuvo presente en todos los partidos del Panamericano de Selecciones y partido a partido fue incrementando los minutos en la cancha.
Ponce de León comenzó a jugar al handball en el colegio Guadalupe. Allí había un intercolegial y su profesora Pato Malik fue la gran impulsora porque a la edad de Menor le dijo que vaya a Ferro y al mismo tiempo a la preselección argentina de Menores. En cadetas fue cuando se federó en Ferro y allí se quedó hasta la actualidad.
El partido con Brasil fue muy difícil desde el principio, ¿qué le pasó a Argentina que nunca pudo entrar en ritmo?
La verdad es que habíamos planificado que el partido se dé de una manera y no pasó. Fuimos perdiendo pelotas en ataque que rápidamente se convertían en contraataque muy fácil y así se nos terminó de escapar el partido. En defensa también habíamos planificado una cosa y por momentos sirvió y en otros no. Pero todo es parte del crecimiento y tenemos que seguir entrenando porque todavía estamos un escalón abajo.
Un dato de color del partido fue que cuando Crivelli desde el central cantaba la jugada, Campigli no escuchaba, por ejemplo. ¿Cómo se van a manejar con eso?
Se habló en el entretiempo que para la próxima vamos a tener que usar señas porque no se escuchaba. Esas cosas no pasan muchas veces pero hay que tenerlas en cuenta. En muchas jugadas pasó que hubo faltas de comunicación. No se escuchaba por lo que faltó comunicación y coordinación.
En la final hubo muchas impresiciones en el pase, ¿qué les jugó en contra?
Todo un poco, en ataque perdimos las primeras pelotas porque no encontramos un hueco y eso facilitó que nos metan unos cuantos goles. Nos apurábamos y al principio nos costó por eso.
En este torneo como en las giras por Europa se sumaron jugadoras muy jóvenes, ¿cómo sentiste al grupo?
El equipo lo sentí mejor imposible. Uno de los objetivos del torneo era terminar de amoldar, de acoplar a las más grandes con las más chicas. Es una transición pero me parece que ya no se nota quién entra porque todasjugamos a lo mismo.
Además tienen recambio en todas las posiciones…
Hay dos o tres, también hay jugadoras que pueden jugar en otro puesto. Que entre, salga otro equipo y no se note creo que ese es uno de los objetivos que hace a un equipo verdaderamente grande.
No importa la jugadora que saliera, todas rendían.
Asi es, todas rendían y todas dejaban todo. Eso es lo que vinimos a buscar y para lo que nos preparamos.
El estadio Mundialista estaba repleto, ¿cómo fue tu visión desde la cancha?
Es increíble porque me lo decís y se me pone la piel de gallina. No hay palabras para eso. Ni en nuestro mejor sueño esperábamos llenar Ballester. Que no queden entradas, la gente pidiéndote por todos lados y nosotras pidiendo perdón porque no podíamos hacer nada. Pedirles perdón a todos los que no pudieron venir, gracias a los que estuvieron desde el día uno. Día de semana, feriado, fin de semana, de todas maneras vinieron. Llenamos y la verdad es que no tenemos nada más que agradecerles.