Los dirigidos por Matías Lucuix ganaron el triangular que se jugó en Italia tras empatar con el local 3-3 y golear a Bosnia por 10-2. Buenos augurios de cara al exigente año.
Con un récord de una victoria y un empate, Argentina se quedó con el triangular que se jugó en la localidad de Pescara, Italia. En el primer turno había empatado de manera agónica 3-3 con Italia y ya para el segundo partido se relajó y le ganó cómodamente a Bosnia por 10-2. Se definía ante Italia, pues la diferencia de gol favorable jugó para Argentina y los de Lucuix pudieron gritar campeón.
El partido con Italia fue épico: de un 3-1 que parecía cerrado, los albicelestes lograron la remontada y se llevaron la victoria en el último minuto del partido. Los goles del partido fueron de Maxi Rescia y un doblete de Alan Brandi, quien cumplió con creces con la estrategia del arquero jugador. La única ausencia fue la del joven Kevin Arrieta, quien estuvo fuera por una infección en la pierna.
Argentina había mostrado lo mejor en el primer tiempo con prolijidad e intensidad en defensa, y con la ventaja de su lado con el gol de Rescia pero una desatención en un tiro libre italiano produjo la conversión local de De Oliveira. El 1-1 parcial duró poco, ya que para la segunda parte Italia se adelantó con goles de Ercolessi y Cesaroni, dejando casi en KO a los de Lucuix. El partido se complicó porque Argentina no le encontraba la vuelta. Hacia el final, Lucuix puso toda la carne al asador y con el ingreso de Trípodi como arquero jugador habilitó las dos conversiones de Brandi para el delirio en el último minuto.
Brandi, el héroe de la jornada ante Italia, se ausentó por una dolencia física y al igual que Arrieta miró el partido desde afuera. Los goles ante bosnia fueron tres de Cristian Borruto, dos de Cuzzolino y Avellino y colaboraron con la cuenta Corso, Rescia y Altamirano.
Los jugadores albicelestes fueron superiores en todo el partido, aunque la diferencia fue más notoria a partir del segundo tiempo, donde se jugó con la desesperación de los bosnios. Corso, Borruto y Altamirano (debut en la red con la albiceleste mayor) pusieron el 3-1 parcial y luego la diferencia se estiró: dos más de Borruto, los dos de Avellino, los dos de Cuzzolino y el de Rescia.
Con la goleada consumada solo quedaba esperar el resultado de Italia. Pues como los locales vencieron solo 3-2 a Bosnia, la diferencia de gol no fue suficiente y Argentina se quedó con el torneo. Es, sin dudas, un gran augurio de cara a los próximos compromisos.
