El capitán argentino tuvo una actuación descollante ante el rival africano y fue la figura del triunfo nacional. El jugador hizo historia, pero señaló que lo importante es seguir ‘metido’ en el torneo para conseguir el pasaje a cuartos de finales.
Luis Scola tuvo que tomar una decisión complicada. Después de años inconstantes en la NBA por las decisiones de las franquicias (Suns-Pacers-Raptors-Nets), el ala-pívot decidió que para contribuir de la mejor manera a la Selección Argentina, su razón para seguir jugando al básquet, debía alejarse de las ligas principales. Priorizó su amor la camiseta por la comodidad y se fue a China, tanto para acostumbrarse a la vida en Asia pensando en el Mundial, como también para poder jugar las eliminatorias para el equipo de Sergio Hernández.
Todo este trabajo, cuasi silencioso, tuvo su reconocimiento este lunes por la mañana argentina, en la noche china de Wuhan. El eterno capitán tuvo una actuación descollante ante Nigeria, en el que registró 23 puntos y 10 rebotes para ser la figura de un triunfo incómodo contra un rival superior en lo físico, pero en el cual Luifa humilló a un defensor élite como Al-Farouq Aminu (quien recientemente fichó para el Orlando Magic tras un gran paso por los Portland Trail Blazers en la NBA).
Pero eso no es todo. Scola anotó siete puntos en el primer cuarto para dejar atrás al australiano Andrew Gaze en la tabla de anotadores históricos del Mundial y llegar, luego del encuentro a los 611 puntos. A pesar de su esfuerzo, y de su performance, que a los 39 años es para ver hasta el hartazgo, Luifa volvió a pensar en el equipo sobre la individualidad. “Le doy importancia. Ahora no el momento de valorar eso. Tiene importancia, no te voy a caretear que no es, es importante. Son cosas que se valoran después. Pero, lo que realmente es importante es haber estado en esta parte del mundo para estar en este nivel. Ahora hay que pensar en otras cosas, más importantes, para alcanzar mejores objetivos”, le señaló a TyC Sports tras el encuentro.
Sobre el partido en sí, analizó: “Para mí, Nigeria era el rival más difícil del grupo. Ellos estaban 17 puntos abajo, metieron un gran parcial en el segundo cuarto y pasaron a cuatro arriba. Regalaron el momento del partido, lo que nos permitió levantar para ganarlo”. A lo que corrigió: “Ahora el rival más importante es Rusia, por el momento que tenemos y porque nos acercaría a los cuartos de finales. Es decir, ahora no era Nigeria, era Rusia”.
Foto: FIBA.
