En la previa al día internacional del fútbol femenino, Estados Unidos anunció la igualdad salarial de las futbolistas respecto a sus pares varones, en competencias donde representen a las selecciones nacionales. Esta noticia, ¿Es un logro para el deporte femenino?
Por Sol D’Amato
En la previa del día internacional del fútbol femenino, Estados Unidos se hizo noticia por la siguiente decisión:
La Federación de Fútbol de Estados Unidos ha alcanzado un acuerdo histórico con las selecciones masculina y femenina para pagar lo mismo a hombres y mujeres cuando disputen campeonatos o partidos amistosos con la camiseta nacional.
Los dos equipos anunciaron este acuerdo que cierra la brecha salarial de género, después de varios años de lucha sobre la federación por parte del equipo femenino, tras sus numerosas victorias en el campo.
La primera medida para alcanzar la igualdad salarial será la creación de un mecanismo para compartir la misma cantidad de dinero procedente de los campeonatos del mundo, así como de partidos no oficiales o eventos comerciales vinculados a la selección.
Noticia anunciada el jueves pasado
Esta noticia impactó en el mundo deportivo. Un beneficio para el equipo femenino, un antecedente de que se puede, una luz después del túnel.
Lo que esta noticia no explica es el hecho de que la selección femenina de fútbol de Estados Unidos es tetracampeona del mundo. Si, cuatro veces campeonas mundiales. Y ganaban menos que sus pares masculinos, quienes lo máximo que aspiraron fue a un tercer puesto en 1930 y no pudiendo más que un 8° puesto, en Corea Japón 2002 (año en el que Argentina no llegó a pasar primera ronda, por ejemplo).
A pesar de ser quienes lideran el fútbol en el país, cada vez que representaban a su nación, las chicas ganaban menos que sus pares masculinos. En un deporte donde los hombres no tienen liderazgo, donde su liga profesional es la que menos popularidad tiene en el país y sobre todo, menores ingresos económicos, la versión masculina cobraba más que la femenina.
Lo interesante es que la Selección Femenina no será debidamente reconocida, con el liderazgo económico de la mano del liderazgo de efectividad, sino que será menor. Seguirá siendo menor. Las mujeres cobrarán lo mismo que los hombres, por hacer más y mejor labor que éstos. ¿Por Qué? Porque ellas son la selección más destacada del fútbol mundial, las inalcanzables, las multicampeonas. Y ganarán lo mismo que sus compañeros que estuvieron 10 mundiales sin clasificar.
No hay dudas que es un gran paso en materia de brecha salarial, que la igualdad es necesaria, pero en este caso, para cobrar igual deberían ganar la misma cantidad de partidos, de campeonatos, tener la misma popularidad e importancia internacional. Pero no es así, ellas son visiblemente superiores, pero ganarán igual que sus pares masculinos.
Megan Rapinoe, la mejor del mundo e impulsora de la iniciativa, se manifestó en sus redes con mucha felicidad. Pues en 2016 comenzó a reclamar la igualdad salarial. Siendo la selección femenina la generadora de ingresos más importante que la masculina, era injusto que ellas ganaran menos, que los réditos económicos, que no hay que olvidar que esto es un trabajo, que generaban con su juego era superior que sus compañeros varones, pero no veían ese resultado en sus cuentas bancarias, comenzaron a pedir lo que les corresponde.
“Solo quiero decir, ‘gracias’. Gracias a las mujeres que lideraron y continúan liderando la lucha por la igualdad salarial en los deportes y en la vida cotidiana. Este trabajo se extiende mucho en el pasado y continuará en el futuro”, señalaba por su parte Becky Sauerbrunn. Y añadía que “el progreso necesita gente dispuesta a ver y luchar por un nuevo camino a seguir”.