“Todo esto vale la pena”

El argentino Jesús Andrés Lugones finalizó 38° en la Copa del Mundo de Heidenheim el fin de semana. Su resultado viene de la mano de la complicada decisión de dejar Argentina para desarrollarse en Hungría, sin dejar de representar al país. Conocé la historia del esgrimista.
Por Fernando Torok
Jesús Andrés Lugones tuvo un resultado digno de destacar. Tanto el jueves como el viernes, el espadista argentino la rompió, logrando un 38° puesto en la Copa del Mundo de Heidenheim, Alemania, uno de los certámenes más importantes del circuito de la FIE (Federación Internacional de Esgrima). Así, a sus 25 años de vida alcanzó uno de los resultados más destacados de su carrera, con la tradicional costumbre de dejar todo para representar de la mejor manera al país.
Y ese dejar todo es literal en su vida. En 2015, después de mudarse de Estados Unidos a Argentina para poder entrenar esgrima en el país, tomó una decisión que en ciertas ocasiones es muy complicada. El tirador partió a Hungría, con la intención de desarrollarse mejor para dejar los colores Albicelestes bien en alto. “El resultado se dio debido a una muy buena preparación que vengo haciendo en Budapest. Me vine a entrenar hace más de un año y los resultados se están dando. Estoy entrenando tanto esgrima como preparación física con el equipo nacional húngaro y tomando clase con un maestro húngaro” manifestó a Argentina Amateur.
“El cambio no fue muy difícil. Mi familia vive en Estados Unidos. Ya la dejé para ir a Argentina, así que tomar la decisión de venir no fue tan dura. Lo que sí se extraña son los amigos, las costumbres, la comida. El entrenar todos los días te mantiene entretenido y no pensás mucho. Ahora ya estoy bien instalado, tengo amigos con los que puedo salir, divertirme”.
Sin embargo, la adaptación no siempre es simple. Cambiar de país, e inclusive de continente, supone un nuevo lenguaje y una nueva forma de vida. Sobre esto, expone: “El tema del lenguaje no es muy sencillo pero vengo aprendiendo muy bien, y haciendo cursos para poder perfeccionarlo. Así hacer la vida acá más fácil. Todo esto vale la pena. El entrenamiento es muy bueno, estoy en un país donde esgrima es el deporte nacional, y hay muchos recursos. Espero que entrenar entre los mejores del mundo me ayude con mis sueños de llegar lejos en este deporte”.
¿Qué es lo mejor de compartir un torneo con compatriotas?(también compitieron José Félix Domínguez y Alessandro Taccani)
Lo mejor es que no te sentís solo. El entrenar afuera lejos de la familia y amigos es duro. Ésta semana que compartimos juntos ayuda mucho, y me hace muy feliz estar con ellos. Somos un grupo unido y hace que el torneo sea más entretenido. Saber que siempre hay alguien fuera de la pista para ayudarte es una buena sensación.
¿Cómo te sentís después de tu actuación en la Copa del Mundo?
Muy contento, vengo entrenando muy fuerte desde el comienzo de temporada en octubre. Es un resultado que venía buscando hace mucho tiempo, y se dio en este torneo.
Fue una de tus mejores copas, junto a la de Vancouver en 2015. ¿Por qué creés que se dio tan buen resultado?
Si fue de mis mejores copas de mi carrera. Ya en Vancouver 2015 (29°), Tallin 2015 (63°) y dos veces en la copa de Buenos Aires había tenido buenas actuaciones (27° en 2014 y 67° en 2016). Ésta es muy especial porque Heidenheim es de las copas más difíciles del circuito y es la primera vez que paso directo desde las poules al cuadro principal en el segundo día.
¿Qué faltó para poder llegar un poquito más lejos en la competencia individual?
Para llegar un poco más lejos en la competencia me faltó plantear el asalto con el austríaco (Josef Mahringer) de mejor manera, y estar preparado a cambiar durante el asalto.
En la competencia por equipos tocó la siempre dura Venezuela. ¿Qué evaluación hacés del duelo?
El asalto con Venezuela fue duro. Ellos tuvieron un buen día en la competencia, terminaron en el sexto puesto. Nosotros veníamos sin mucha preparación por equipos. Ésta temporada recién fue nuestra segunda competencia juntos, y en todo 2016 tiramos solamente dos torneos por equipos. Necesitamos más competencia para así poder lograr un buen ritmo y encarar estos asaltos de una mejor manera.
Desde que arrancó la temporada 2016-2017 ganaste el Torneo Satélite de Belgrado y ahora lograste este buen paso por Alemania. ¿Qué balance hacés?
Ésta temporada arrancó muy bien en Belgrado y siguió con una buena poule en la Copa de Buenos Aires, gané cinco y perdí uno. Este fin de semana se dio otro gran resultado y estoy muy contento que se están dando los resultados. Espero llegar a fin de temporada en buenas condiciones para lograr un buen resultado en el Campeonato Panamericano (del 13 al 18 de junio en Montreal, Canadá), que es un torneo que se me complica mucho.
Si bien todavía falta muchísimo, ¿te ilusionás con Tokio 2020?
Si la ilusión siempre esta. Me voy a preparar de acá a 2020 en Budapest, y espero que con eso se me haga más posible cumplir el sueño de ser olímpico. Voy a llegar a Tokio con 28 años que es cuando el esgrimista empieza a madurar, y espero que sean mis primeros Juegos de varios.
Además Lugones se mostró muy agradecido: “Quiero agradecer al ENARD, la Secretaria de Deportes, al Ejército Argentino, y a PBT Fencing por todo el apoyo que recibo y que me permite continuar con este sueño”.