Paula Pareto se coronó campeona olímpica en Río
Paula Pareto se consagró campeona olímpica al derrotar en la final por el oro a la coreana Bokyeong Jeong por waza-ari. De esta manera sumó la primera medalla para la delegación y continúa agrandando su leyenda tras el título mundial el año pasado en Astana. La platense se transformó en la 19ª medallista de oro en toda la historia de los Juegos Olímpicos para Argentina.
Lágrimas de emoción, lágrimas de orgullo, lágrimas de recuerdos, lagrimas por todo el sacrificio de una atleta de excelencia que fue forjando torneo a torneo una carrera impecable, pero son lágrimas de oro. Paula Pareto se consagró campeona olímpica en Río tras vencer en una dura final a la coreana Jeong Bokyeong por waza-ari. De esta manera le dio al país la 19ª medalla dorada en la historia de los Juegos Olímpicos.
La platense fue medallista de bronce en los Juegos de Beijing 2008 y ahora, ocho años más tarde y tras no poder subirse al podio en Londres 2012, Pareto se colgó la dorada en Río. Durante los últimos años viene teniendo resultados envidiables e impecables. Luego del primer puesto en el Mundial de Astana el año pasado, la frutilla del postre fue el oro olímpico, el único objetivo del año. La judoca puso la mira en conseguir el más alto lugar en Río y lo consiguió con una actuación memorable en cada una de sus luchas, las cuales ganó por puntos técnicos y no por penalizaciones, agrandando así el logro conseguido.
Su camino inició ante la rusa Irina Dolgova quien había dejado en el camino a Sol Kim de Corea del Norte en los 16avos de final. La lucha fue muy cerrada en los primeros minutos, incluso ambas fueron penalizadas con un shido por lado. Hasta que a los dos minutos, la argentina pudo sumar un Yuko y en un minuto consiguió el triunfo por ippon para meterse en los cuartos de final.
Allí la esperaba la húngara Eva Csernoviczki que eliminó a la ucraniana Maryna Cherniak en su combate anterior. La número siete del mundo tuvo un problema en la pierna izquierda a pocos segundos del comienzo de la lucha. Pareto no hizo caso a esto y siguió enfocada en su rival, que en dos minutos acumuló dos shidos. A treinta segundos para el final del mismo, la argentina sumó diez puntos gracias a un waza-ari que le dio una gran victoria para quedar en las semifinales.
Por el otro lado del grupo se dieron dos sorpresas. Las eliminaciones de la líder del ránking mundial, Urantsetseg Munkhbat de Mongolia y la local Sarah Menezes, campeona olímpica en Londres 2012. Ambas cayeron a manos de la coreana Bokyeong Jeong y Alvarez Mestre de Cuba respectivamente.
En la gran semifinal, Pareto se topó ante la japonesa Ami Kondo, escolta de Munkhbat en el ránking. La argentina logró una rápida ventaja gracias a un waza-ari a los treinta segundos. Luego se defendió e intentó buscar más puntos contraatacando a su rival. Los segundos se consumieron y finalmente la platense se metió en la final olímpica.
En el duelo por el oro, Pareto tuvo una actuación sin fisuras, logró un waza-ari a los dos minutos que le sirvió para, nada más y nada menos, ser campeona de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Este logro quedará grabado durante toda la vida en el deporte argentino y escrito en el libro de la leyenda de Paula Pareto, que no para de agregarle capítulos. ¿Cuál será el próximo?