Nicolás Córdoba fue representante olímpico y obtuvo la posición 15° con 14.800 puntos. Además fue el número seis en el ranking mundial de barra fija; luego de finalizar la recuperación de su rodilla ya piensa en un nuevo ciclo olímpico: “Voy a ser más consistente en estos próximos cuatro años, para apostar a Tokio 2020”, aseguró.
Por Ángeles Vidal
(@Angymvidal)
Nicolás Córdoba había cerrado el 2015 como campeón del circuito de Copas del Mundo en barra, lo que auguraba un 2016 con participación olímpica. Pero al comienzo, los resultados tardaban en llegar: “Fue diferente a los demás años, porque había mucha presión. Me autoexigía en cada entrenamiento, en cada competencia para poder clasificar a los Juegos Olímpicos. Entonces en las Copas del Mundo, al no competir en un sólo aparato, traté de entrenar por igual los seis aparatos y por eso los resultados no fueron los mismos que en 2015”. Las World Challenge Cup sufrirán una modificación reglamentaria, y el ganador se sabrá en 2018. Al respecto, Córdoba opinó que “todavía no lo tengo bien estudiado, pero está bueno porque abre un poco más el panorama y va a ser más competitiva”.
El pasaje olímpico del Colo se demoró un poco: fue relegado a primera reserva y su lugar fue cedido al argelino Mohamed Bourguieg. “Los cupos por continente están buenos pero habría que rever, porque hay continentes que tienen tres países con gimnastas, pero los europeos o los americanos tienen casi todos y queda desnivelado”, sugirió Nicolás respecto a la norma que lo dejó a la espera de una baja. Pero quince días antes de los Juegos Olímpicos el portugués Gustavo Simões anunció que no participaría en Río 2016; y así fue llegó la esperada clasificación para el argentino que se convirtió en el número 213, para igualar el récord de Londres 1948. “Todos mis recuerdos son buenísimos, la pase muy lindo, muy agradable, fue un sueño cumplido. El haber desfilado con la delegación argentina son cosas inolvidables como la competencia o la gente que me fue a ver, son todos muy buenos recuerdos”; rememoró Nicolás en diálogo con Argentina Amateur. Y revivió con gran emotividad: “En gimnasia artística, en la competencia, por el tema de la concentración de los gimnastas, no hay mucho lío, la gente sólo aplaude cuando se terminan las rutinas. Pero cuando entré al estadio de competencia, no sé cuántas miles de personas había. Al lado de la barra de vi una bandera argentina, estaban mis amigos y familiares haciendo un ruido increíble. Ahí se me fueron los nervios y competí muy desestructurado.”
Además contó el camino hasta la máxima cita deportiva, donde finalizó 15° con 14.800 puntos. “Me hizo crecer mucho el tema de la preparación, aprendí mucho, qué me hizo bien y qué me hizo mal. Yo creo que toda la presión que tuve me ayudó a tener un crecimiento deportivo para ser más consistente en estos próximos cuatro años para apostar a Tokio 2020. Todo lo que viví me va a ayudar a llegar mejor y tener mejores resultados”, reflexionó el Colo. Pero el 2016 no permitió que Nicolás terminará el año compitiendo ya que una lesión lo marginó del Panamericano: “Venía muy castigado de la preparación para los Juegos Olímpicos y cuando volví de Río, tenía una molestia. Preparandome para el Panamericano en suelo, se me trabó la pierna en una rotación y tuve una distensión de ligamento con los meniscos. Zafé por suerte de la cirugía pero tuve que darle su debida recuperación.”.
Nicolás Córdoba resume el 2016 como “un año inolvidable”, en lo personal por haberse casado y en lo deportivo por haber sido parte de unos Juegos Olímpicos. “Más allá de no haber clasificado a ninguna final, sé que aprendí mucho para el ciclo olímpico que viene” y agregó: “Solo 96 personas en el mundo fuimos a Río y haber quedado entre los mejores 20, me hace pensar que puedo aspirar a mucho más en Tokio”. Con la rodilla casi sanada, el oriundo del pueblo santafesino Álvarez, ya piensa en 2017: “Voy a arrancar en Argentina haciendo una buena pretemporada en Rosario y el principal objetivo será llegar a los próximos Juegos de la mejor manera y pelear algo en una final”, sueña Nicolás. Aunque no se olvida del camino que debe de transitar antes: “En el transcurso debo cumplir con otras metas, como ir a los Juegos Odesur, Juegos Panamericanos, Copas del Mundo y Mundiales; y poder ganar medallas en todos los torneos.”