Anabella Mendoz declarada Personalidad Destacada del Deporte
La patinadora de San Lorenzo será distinguida por la Legislatura Porteña gracias a la iniciativa del Diputado Javier Gentilini. Un triunfo aparte para el patinaje artístico.
Por Micaela Piserchia
(@micapiserchia)
Ser campeón mundial no se da todos los días. Y ser bicampeón, menos. Este es el caso de Anabella Mendoz, patinadora perteneciente al Club San Lorenzo de Almagro que ostenta dos medallas de oro mundiales en su carrera (entre otras). Ambas fueron ganadas en la disciplina que mejor le sienta, escuela (o figuras obligatorias); primero en Cali 2015 y luego hace unos meses en Novara 2016, donde pudo lograr la revalidación.
El martes 16 de mayo a las 18, Mendoz será distinguida por la Legislatura Porteña bajo el título de Personalidad Destacada del Deporte de la Ciudad de Buenos Aires, propuesta impulsada por el Diputado Javier Gentilini, representante del Frente Renovador.
Es un hecho más que importante para destacar para el patinaje, dado que este tipo de reconocimientos posiciona a Anabella en pedestales de la talla de Paula Pareto, Fabián Cubero, Daniel Orsanic, Pico Mónaco, Ubaldo Fillol y uno de los máximos ídolos sanlorencistas, Leandro Romagnoli; deportistas que ya tuvieron la chance de recibir este galardón.
Para ella la vida no fue fácil, como para ningún deportista amateur lo es: nacida y criada en zona sur, Ana buscó un lugar para desarrollar su talento. Y lo encontró. Iniciada en la tradicional disciplina libre, terminó volcándose a los patines de ruedas grandes y sin frenos para demostrarse que podía ser campeona. Fueron años de pagarse entrenamientos y torneos en el exterior e incluso abandonar la carrera de Sociología para perfeccionar su rendimiento. Cuando el esfuerzo y la perseverancia dieron sus frutos allá por 2012 (donde fue subcampeona del mundo en Auckland y le pisaba los talones a Mariángeles Mantuano, tricampeona mundial, también argentina), las ayudas económicas comenzaron a llegar y a subsanar de alguna manera los altos gastos que implicaba mantenerse en los primeros puestos internacionales. Hoy, con dos títulos mundiales bajo el brazo, es profesora de un club de Quilmes, se mantiene con becas de Secretaría de Deportes y el ENARD y también dando clases en San Lorenzo.
La pregunta es, ¿por qué no conocemos a Anabella? Porque ella practica una disciplina que no es la que se ve en los Juegos Panamericanos (Giselle Soler campeona 2015 y Elizabeth Soler en 2011) y suele tornarse extensa en su definición por sus características distintas de lo que vemos en el patinaje tradicional: se patina sin música, son pasadas brevísimas de pura técnica y además a nivel mundial la cantidad de patinadoras es muy grande.
En la actualidad Mendoz es bandera y es un ícono para los que practican el deporte, que hoy la reconocen como una eximia patinadora en la disciplina. A sus 31 años, la alumna de César Agrelo sueña con tener una nueva medalla dorada en los Roller Games de Nanjing, aunque sabe que esa misión no será para nada fácil.
Argentina tiene enorme potencial en la disciplina y en el patinaje artístico en sí. Lo del martes será un paso, una evolución. Y hay que celebrarlo.