Argentina gozaba de una ventaja de 20 puntos al término de la primera mitad. Sin embargo, Estados Unidos mostró su nivel y aprovechó la falta de experiencia nacional para remontar e imponerse 81-76.
Sensaciones encontradas y contrapuestas en el Estadio Orfeo de Córdoba. En su casa, Argentina tenía todo dado para poner el broche de oro a la FIBA AmeriCup 2017 con una consagración frente a Estados Unidos.
El equipo, con un promedio de 23 años de edad, había demostrado en sus cinco presentaciones tener lo necesario para consagrarse y estuvo muy cerca de lograrlo. Una ventaja de 20 puntos al término de la primera mitad ilusionaba al equipo de Sergio Hernández con alzarse con la corona.
Sin embargo, la falta de experiencia llegó en el momento menos deseado. Argentina aflojó en el costado defensivo y Estados Unidos, que hasta la definición no había mostrado su característica distintiva con anotaciones externas, se enchufó desde lejos. Hearn (14) y Munford (10) lideraron los bombazos del buen juego colectivo del equipo de Jeff Van Gundy, mientras que Warney (21) fue letal con su constante penetración a la pintura, la cual le valió el premio al Mejor Jugador del Torneo.
En un abrir y cerrar de ojos, el joven elenco nacional pasó de estar con una diferencia holgada a estar siete puntos por debajo de su rival (70-63). Ahí fue cuando la Albiceleste se la tuvo que jugar, y estuvo muy cerca de arrebatar el trofeo. A Estados Unidos le costó acertar los tiros libres y un bombazo de Brussino (26) acercó al dueño de casa a dos, mientras que Warney erró uno de los dos lanzamientos en la línea para abrir una posibilidad.
Allí fue cuando Laprovíttola (5) transportó y se la jugó. El ex Lanús se apuró, tomó un lanzamiento de lejos que se contrapuso con lo que el tiempo indicaba, falló y Estados Unidos sentenció el título.
Como bien indicó Sergio Hernández a TyC Sports en el post partido, el análisis deja un sabor agridulce: “Feliz por el trabajo del equipo y el futuro que asoma, pero triste porque íbamos ganando por 20. No lo pudimos cerrar. Es difícil definir las sensaciones con una palabra”.
Y es así, El Alma demostró tener futuro. Sin Luis Scola en cancha, Facundo Campazzo (15) se volvió el líder de un elenco que a base de golpes fue forjando su identidad. Las horas pasarán, el dolor de no haber conseguido el título quedará, pero la buena señal será saber que hay una base mejor de la esperada sobre la cual trabajar con el gran objetivo de decir presente en el Mundial de China 2019.
