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¿Por qué es importante el chequeo médico?

Realizar actividad fisica o entrenar sin un certificado médico puede traer muchos problemas para la salud. Es obligatorio realizarse un chequeo una vez al año y Argentina Amateur Deporte te muestra en qué consiste.

Por Romina Miranda (rmiranda@aadeporte.com.ar)
(@MirandaRomiOK)

Es un clásico que cuando se acerca la primavera y el verano mucha gente quiere ponerse en forma para adelgazar y lo hace sin ningún consentimiento médico. Esta última parte es esencial y no realizarla, supone un riesgo muy alto para la salud de cualquier individuo.

Practicar un deporte supone muchos beneficios a corto y largo plazo como como combatir la hipertensión arterial, diabetes, obesidad y todas las dificultades que estas enfermedades conllevan. A nivel cardiovascular, está comprobado que disminuye la tasa de infarto al miocardio y de accidente cerebrovascular. Sumado a ello, contribuye a la salud mental siendo vital para combatir la depresión y el estrés.

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En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Ley N° 139/98 obliga a los gimnasios a solicitar a todas las personas que realizan actividades físicas en sus instalaciones que presenten el Certificado de Aptitud Física. Este documento deber ser extendido por un médico matriculado y actualizado regularmente.

Si bien es ley que los gimnasios pidan un certificado médico para que los usuarios comiencen una actividad física, la realidad es que en muchos lados no lo hacen. Pregúntense de todos los lugares en los que fueron a hacer deporte, a ver en cuántas ocasiones le pidieron una autorización. Es verdad que las instituciones no cumplen con la normativa pero uno mismo debe realizarse un chequeo completo anual para saber si todo está en equilibrio.

Lo malo de este asunto es que solo se pone a la vista cuando se da a conocer alguna fatalidad en competencia o la práctica en un simple gimnasio. En uno de los deportes donde más se dan a conocer es en atletismo ya que el ser humano se exige hasta llegar al punto máximo de su capacidad. Por ello, hay que estar preparado de forma correcta con un previo chequeo.

Toda persona mayor de 12 años que ingresará en el campo del deporte, o que empezará a hacer ejercicios de alto rendimiento, debe someterse a este tipo de pruebas para asegurar su buen estado de salud.

La frecuencia para realizarse una revisión completa variará en función de diferentes factores como son los hábitos, antecedentes personales y familiares y por último la edad. Generalmente se recomienda que se haga de forma anual. En el caso que haya antecedentes o anomalías se deberá realizar con mayor continuidad.

El boom del los “deportistas de fin de semana” ha traído la cuestión de las personas que son sedentarias durante la semana pero que los sabados y domingos realizan algún tipo de actividad como es la caminata, el running o ciclismo. Por este motivo las personas mayores de 45 años y fumadoras son las más propensas a tener enfermedades coronarias.

Si es una persona que no hace actividad física desde hace mucho tiempo, se debe empezar con actividad aeróbica principalmente de bajo impacto porque las articulaciones no están preparadas. Puede ser andar en bicicleta, caminar o natación.

Después de realizarse un chequeo médico, lo importante es comenzar la actividad física de forma progresiva. En adición, todo entrenamiento deberá realizarse acorde al estado de cada persona porque la combinación entre falta de entrenamiento y ejercicio repentino y demasiado vigoroso puede ser fatal.

¿Para qué sirve el chequeo médico?
Es importante para controlar la salud y ver si todo funciona de forma correcta. Permite conocer el estado del sistema coronario y evaluar posibles factores de riesgo.

El comenzar una actividad física o aumentar la exigencia de ella es un hecho que puede afectar en la salud. Otro caso es el de quienes recurren al médico amigo o familiar que facilita el certificado, sin pasar por el debido chequeo. Está totalmente fuera de contexto el no pasar por un verdadero examen médico porque muchas dolencias se pueden evitar recurriendo a este.

A continuación son las pruebas que se pueden realizar en un chequeo médico, las más comunes son la muestra de sangre, el electrocardiograma y la toma de medidas.

Examen de sangre: para controlar la glucosa, el colesterol, el ácido úrico, los triglicéridos, la creatinina y la urea.
Examen físico clínico: el objetivo está en conocer la historia clínica de enfermería, exploración física y métodos diagnósticos complementarios o auxiliares.
Espirometría: para conocer los volúmenes y las capacidades respiratorias, el neumonólogo le solicita al paciente que realice una inspiración (toma de aire) y luego que expulse todo el aire de sus pulmones durante el tiempo que necesite para ello. Debe “soplar” en un tubo que está conectado a un aparato especial. Luego se le hacen a la persona uno o dos “disparos” con broncodilatadores y se repite la prueba.
Antropometría: se toma una serie de medidas para conocer la composición corporal de las personas. Podemos saber índices de masa grasa, muscular y ósea.
Electrocardiograma en reposo: muestra el estado de la conducción eléctrica y funcional del corazón en reposo.
Prueba de esfuerzo o Ergometría: se realiza en una cinta, registra la condición eléctrica y funcional del corazón durante el esfuerzo. También es útil para conocer la condición física de la persona ante el esfuerzo o la actividad física.

Para concluir, toda actividad física que se comience debe ser con un previo chequeo médico realizado por un profesional que permita al individuo realizar la práctica del deporte y que este sea acorde a las condiciones del mismo.

Foto: Federico Soler

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