Melbourne 1956: ola de boicots
Los primeros Juegos en el hemisferio Sur se vieron afectados por tres importantes boicots, todos por razones políticas, lo que redujo considerablemente el número de participantes. La URSS destronó a los Estados Unidos y Argentina bajó considerablemente su actuación.
Por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos, los conflictos tanto políticos como bélicos se hicieron presentes en carne propia. Sucedieron tres significativos boicots, por lo que siete países se negaron a viajar a Australia.
El primer gran conflicto se dio a raíz del inicio de la Guerra de Sinaí por la nacionalización del Canal de Suez, por parte de Egipto. Esto movilizó a las tropas británicas que, con el apoyo de Francia e Israel, invadieron territorio egipcio. El país de los antiguos faraones exigió al Comité Olímpico Internacional que se sancionaran a estos tres invasores, pero no hubo caso. En señal de protesta, el país perjudicado fue secundado por Irak y el Líbano, que no participaron de los Juegos.
Paralelamente, en Hungría se desató la revolución húngara. Allí, el pueblo se rebeló ante la República Popular Húngara y las políticas de la Unión Soviética. La URSS se decidió a invadir dicho territorio y nuevamente se le exigió al COI que los soviéticos sean excluidos, y nuevamente la respuesta fue no. A causa de esto, España, los Países Bajos y Suiza no dijeron presentes de Melbourne 1956.
China fue la última nación en bajarse de los Juegos. Los asiáticos aseguraban que la razón había sido que el COI permitió la participación de Taiwán como país independiente, aunque este se encontraba bajo la soberanía de los chinos.
Debido a la estricta regla de que todo animal importado debía permanecer en cuarentena durante varios meses para evitar la propagación de enfermedades, las seis pruebas ecuestres se disputaron en Estocolmo, Suecia, cinco meses antes de la inauguración de la XVI edición de los Juegos Olímpicos.
La Unión Soviética rompió todos los pronósticos y ocupó por primera vez el podio más alto en el medallero con 98 preseas (37 doradas), contra 74 estadounidenses (32 oros).
El pugilista húngaro Laszlo Papp, en peso súper welter, ganó su tercer oro consecutivo y se convirtió en el primer en lograr esta hazaña. El gimnasta ruso Viktor Chukarin triunfó con cinco medallas, tres de oro, para totalizar 11 en su carrera, y la húngara Agnes Keleti se adjudicó seis medallas, cuatro doradas.
La selección de básquetbol de Estados Unidos ganó todos sus partidos por una diferencia mayor a 30 puntos.
Participación Argentina:
La diferencia entre las potencias mundiales se hizo cada vez más evidente y la delegación albiceleste quedó compuesta por 37 deportistas, que compitieron en atletismo, boxeo, equitación, esgrima, lucha, pentatlón moderno, pesas, tiro y yachting. Apenas se obtuvieron dos medallas.
Víctor Zalazar cayó en las semifinales del peso mediano ante el soviético Giennadij Szatkow por nocaut y debió compartir la presea bronceada con el francés Gilbert Chapron.
Humberto Selvetti fue el primer deportista en ganar dos medallas olímpicas de manera consecutiva. En halterofilia, el bonaerense compitió por el oro ante e norteamericano Paul Anderson. Allí, Selvetti sorprendió de arranque levantando 175 kg. y superando a Anderson por 7,5 kg. Luego, el argentino volvió a levantar 145 kg., la misma cantidad que había levantado Anderson, obligando a éste a superar al argentino por 7,5 kg.en el movimiento final. Anderson falló al intentar levantar 187,5 kg., mientras que Selvetti levantó en el segundo intento 180 kg. Finalmente, Anderson levantó 187,5 kg., alcanzando a Selvetti en una suma total de 500 kg.; el argentino a su vez no pudo levantar 185 kg.en su último intento y la prueba finalizó con un empate.
Las reglas del levantamiento de pesas establecen que, en caso de igualdad, el desempate debe realizarse otorgando la ventaja al competidor de menor peso; debido a que Anderson pesaba 138 kg., cinco menos que Selvetti, la medalla de oro le fue asignada al estadounidense y la de plata al argentino.
Foto: Los Olímipicos.