Múnich 1972: atentado terrorista
De vuelta en Alemania, los Juegos de Múnich estuvieron marcados por el asesinado de 11 atletas israelitas por parte de un grupo terrorista. Los mismos no solo no se suspendieron, sino que solamente se pausaron durante 34 horas.
En 1972 se celebraron, por segunda vez en Alemania, los Juegos Olímpicos. Tras la fatídica experiencia de Berlín 1936, el Comité Olímpico Internacional votó por la ciudad de Múnich para albergar la XX de la cita olímpica.
El hecho más recordado, muy por sobre cualquier récord o medalla, fue lo acontecido al noveno día de la de inauguración, cuando ocho terroristas palestinos, pertenecientes al grupo Septiembre Negro, ingresaron en la Villa Olímpica, ayudados a escalar el muro por miembros de la delegación estadounidense, quienes creyeron que eran atletas que volvían a la Villa luego de una noche de fiesta. Una vez dentro, en un episodio confuso, los palestinos ingresaron a las habitaciones de la delegación uruguaya, pero al darse cuenta del error, abandonaron la misma para ir a por su principal objetivo, Israel. En primera instancia, asesinaron a dos atletas israelíes, para luego tomar de rehenes a otros nueve.
Minutos más tarde, la Villa fue rodeada por la policía. Los terroristas exigían la liberación de 234 compatriotas presos en Israel y su traslado a Egipto. La respuesta de la primera ministro hebrea fue tan desalentadora como impactante: “No negociamos con terroristas”, dejando a su suerte a los nueve rehenes. Luego de varias horas de tensión, se llegó a un acuerdo para que los integrantes de Septiembre Negro abordaran dos helicópteros, junto a los atletas de religión judía, para dirigirse a la base aérea en Furstenfeldbruck y desde allí escapar a Oriente. Sin embargo, todo esto fue un montaje para intentar rescatar a los prisioneros. Al darse cuenta de esto, y ser recibidos por una lluvia de balas, los palestinos ejecutaron a todos los atletas. Esa noche también fallecieron cinco de los ocho terroristas y un policía alemán.
Tras la tragedia, el COI argumentó que el transcurso de los Juegos no podía ser alterado y estos apenas de pausaron durante 34 horas. La bandera fue izada a media asta en honor a los fallecidos y la delegación israelí abandonó el certamen.
El nadador estadounidense Mark Spitz hizo historia al ganar siete medallas de oro y batir una enorme cantidad de récords mundiales. La local Ulrike Meyfarth logró la presea dorada en salto en alto, con apenas 16 años y se convirtió en la deportista más joven en subir al podio olímpico en atletismo en una prueba individual.
Participación Argentina:
Viajaron 98 atletas a Múnich con el objetivo de tener una buena actuación y volver a ser el país que antes solía ser. Nuevamente la actuación fue muy pobre y paneas se obtuvo una plata. En remo, Alberto Demiddi, quien ya había ganado un bronce en México 1968, salió segundo en la prueba de par sin timonel.