Flor Moreno es la número uno del tenis adaptado femenino de nuestro país y la 14 del mundo. Estudia para ser contadora y anhela ser madre. La historia de tenacidad y perseverancia.
Por Joaquín Finat
Tiene 32 años, estudia para contadora y sueña con ser madre. Florencia Moreno, está claro, tiene sus objetivos bien definidos. Como cuando se sienta en la silla de ruedas y juega al tenis. Lo demostró en su gira por Turquía, donde llegó a dos finales y alcanzó una semi para redondear una actuación que alimenta su esperanza, la de meterse definitivamente entre la 10 mejores del mundo.
Florencia Moreno, número uno del tenis adaptado femenino de Argentina y la 14 del mundo, sabe que los Juegos Paralímpicos están a la vuelta de la esquina. «Estoy feliz por cumplir el objetivo de meterme en Tokio, que va a ser raro, en un contexto de pandemia. Pero eso no opaca la felicidad y las ganas de estar ahí representando a mi país», admitió.
¿En qué nivel llegará a Tokio? «Sé que puedo andar bien y mostrar un buen nivel, para eso estoy trabajando. Me sirvió mucho la gira porque pude sentir esa sensación de competir. Sé que puedo dar más y para eso me entreno cada día», indicó en diálogo con Paradeportes Radio, el programa del deporte adaptado, inclusivo y paralímpico argentino.
Pero Florencia Moreno, nacida en Cañuelas, piensa en grande más allá de los Juegos. Sabe que después tendrá otros objetivos. Uno es meterse en el Top Ten. El otro, disputar un Grand Slam. «Alcanzar estos logros será consecuencia de mi crecimiento y de mi buen rendimiento en cada torneo. Sé que estoy cada vcez más cerca, pero no es sencillo. Lo importante es enfocarme y no obsesionarme», explicó
Así, entonces, mientras afina detalles de su juego. «Es fundamental cambiar mi concentración, que a veces no la puedo mantener en un partido y tengo altibajos. Cuando estoy concentrada, demuestro un gran nivel de tenis», destacó Moreno, la misma que cada noche cuando pone la cabeza en la almohada se imagina en Roland Garros.
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