El capitán argentino Luis Scola está en Castelar, entrenándose de manera individual con su preparador físico, pensando en la posible selección para Tokio 2020. Con la llegada de Sergio Hernández, se va armando el plantel para el sueño olímpico.
Luis Scola cumplió hace poco 41 años. Una edad impensada para la elite en cualquier mortal, pero en su caso, aún mantiene la energía suficiente para seguir dando lo mejor para la Selección. Junto a sus entrenadores Marcelo López (también preparador físico de Boca) y Mariano Sánchez (hijo de Oscar “el Huevo” Sánchez), se está entrenando en Castelar, su lugar en Buenos Aires, de manera individual.
La pregunta del millón para Scola desde que los Juegos Olímpicos fueron desplazados a este año, es qué iba a suceder con su retiro. Luego de pensarlo, decidió aceptar la oferta del Varese de Italia y permanecer activo un año más, a la espera de Tokio.
Hoy, a poco más de un mes de llegar a la meta, la pregunta vuelve a tomar valor: ¿Qué va a suceder luego de Tokio?. En la semana dejó entrever que no falta demasiado para su retiro del básquet profesional. En entrevistas pasadas había anunciado que cuando ello sucediera, una de las opciones que lo mantendrían ligado al básquet sería como manager de club, o como dirigente. Ahora, esa fecha podría estar cerca en septiembre, cuando finalicen los Juegos.
Cuando todo termine, Luifa debería volver a Varese, donde tiene un contrato por un año más. Pero, con una cláusula de charlar la continuidad dependiendo de la temporada 2020/2021 que acaba de finalizar. Los dirigentes lo invitaron a ser parte de la cúpula del emporio deportivo italiano, cuando por fin tome la decisión de colgar las zapatillas. El jugador se ofreció además, para lo que necesite el club en este proceso de recesión antes del comienzo de las nuevas competencias.
Por el momento, Scola se siente preparado para continuar con la Selección en el camino transicional entre los dorados de Atenas y esta nueva generación de jugadores que deslumbran en las mejores ligas del mundo.
Fotos: Sol D’Amato