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Roberto Onreita: un ejemplo de lucha

En el Día Mundial de los Pacientes Trasplantados, Roberto Onreita es toda una historia de lucha. Debió recibir dos trasplantes y, a pesar de eso, logró ganar una infinidad de medallas en su trayectoria deportiva. Por eso, en AAD, repasamos su admirable carrera.

Los deportistas suelen anteponerse ante dificultades. Algunas más difíciles que otras. Roberto Onreita es, sin dudas, un ejemplo de ello. Nacido en Rauch, Provincia de Buenos Aires, en 1969, el nadador nacional debió anteponerse una y otra vez a las dificultades que le dio la vida. A los 35 años se encontró con la primera gran dificultad que le puso la vida: padeció una falla hepática y debió ser trasplantado. 4 años después, nuevamente recibió otro trasplante.

Sin embargo, Onreita se antepuso ante la adversidad. No se quedó cruzado y siguió adelante con su desarrollo deportivo: la natación. Una disciplina que siempre despierta el amor y el entusiasmo del país cuando se llega a un Juego Olímpico. Roberto, en el 2009, participó en el Mundial de los Deportistas Trasplantados. Su performance fue sublime: medalla dordas en los 200 metros Medley, más dos plateadas en los 50m y la posta 4x50m libres.

No solo eso, sino que tiene un palmarés realmente envidiable: 5 medallas doradas en los Juegos Panamericanos. Además, se quedó con las preseas de oro en el Mundial de 2015, disputado en Mendoza, en los 100m pecho, 50m pecho y los 50m libre. Pero, lo más importante, es el mensaje que da Roberto: “Hoy es mucho más simple ser donante. Podés entrar a la página de INCUCAI o de CUCAIBA y podés ser donante. También podés ir al Registro Civil y hacer que se registre en el documento. En el carnet de conductor figura, pero en el DNI no. Con la Ley de Donante Presunto, si uno no manifestó la voluntad de donante, se presume que sos donante. Igual, en este caso, la última palabra la tiene el familiar, por eso es importante hacerles saber la decisión”, declaró para el medio ABC.

Otro hito importante de Onreita lo realizó en el 2012: escaló, junto a otros atletas trasplantados, el volcán Lanín, ubicado en la Cordillera de Los Andes, con 3776 metros de altura. El fin de tamaña expedición era simple: concientizar sobre la donación. No solo eso, sino que colgaron una bandera con el lema “por los que esperan, sé donante. Salvá vidas”.

En resumen, la carrera deportiva de Onreita es admirable. Tan admirable como su lucha ante distintos problemas que lo sometió la vida. No es fácil tener que ser trasplantado, mucho menos si sucede dos veces. Sin embargo, Roberto lo hizo y no dejó de lado su pasión deportiva, cosechando medallas y récords a los distintos lugares en los que compitió. Es más, también se dio el gusto de seguir practicando vóley, otro de los deportes que lo apasiona. Un ejemplo para muchos: el deporte puede seguir siendo una opción, a pesar de las dificultades.

Foto: ABC

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