Lucio Pérez Ondarts habló con Argentina Amateur luego de la obtención de la medalla de plata en el Campeonato Panamericano Cadete en La Habana. El espadista de 15 años remarcó que la cabeza fue su principal fuente de energía para conseguir el resultado. Además aseguró que va por todo.
Por Fernando Torok
Más allá que pasaron once días de aquel imborrable 4 de marzo, Lucio Pérez Ondarts sigue pensando en La Habana, aunque su vida ya esté de vuelta en Buenos Aires. El espadista de 15 años logró lo que muchos chicos sueñan y pocos logran: ser medallista panamericano cadete. Una presea de plata remarca su excelente paso por el torneo, y el sueño de un futuro brillante en la esgrima mayor.
La tarea para el porteño no fue nada fácil, tuvo que atravesar diez duros duelos para poder lograr meterse en el podio continental en su primer año como cadete. Su clave, más allá del buen nivel como esgrimista, estuvo en la cabeza. Su mentalidad se mantuvo positiva hasta en los momentos más duros del certamen, logrando así un resultado que no pasó inadvertido para la esgrima argentina.
Más relajado, y pensando en cerrar la temporada 2016-2017, el esgrimista habló con Argentina Amateur de lo hecho en Cuba. El adolescente sueña a lo grande, y tiene con que para lograrlo:
¿Qué fue lo primero que se te vino a la mente cuando aseguraste la medalla de plata?
Cuando hice el punto 14 y quedaban 55 segundos para terminar, miré a mi entrenador y a los chicos festejando. La verdad, fue algo terriblemente satisfactorio y sabía que estaba dando lo mejor mío. Y no iba a parar ahí. Pero saber que iba a tener el honor de una medalla me hizo saber que estaba ahí para demostrar lo que podía hacer.
¿Caés en el logro que es ser medallista panamericano a los 15 años?
La verdad que antes del torneo me dije, y mi entrenador me lo decía, “vine por la medalla”, tanto yo como Ignacio Pérez Contreras y Guido Liwski. Que no importaba nada, estábamos en el nivel para hacerlo. Y como la diferencia de edad no influía en mi cabeza, sabía que iba para ganar. Pero, al final de todo, conseguir una medalla de cadete, en el primer año, es un hazaña importante y estoy orgulloso de haberla conseguid. Espero el año que viene ganar el panamericano ya con esta experiencia.
¿Cuál es tu análisis general del torneo?
Desde el inicio fue un torneo impecable. Venía con una mentalidad de que sabía que iba a tirar lo mejor que podía y demostrar lo que sabía. Después de hacer todas las victorias en la poule, estaba mentalizado de que todo iba a salir bien si me concentraba, ya que yo tenia el nivel para que me fuera bien. Por lo demás en el cuadro eliminatorio siempre estuve concentrado y me mantuve en mi juego, que sabía que era lo que debía llevar a cabo si quería ganar. Cada combate lo empezaba mentalizado que iba a ganar y que iba a tirar con todo. Incluso, cuando el chileno Gonzales me empató 14-14, sabía que ese punto triunfal iba a ser mio, que el que venia a ganar era yo. Luego, contra el estadounidense Cohen, tuve un muy buen juego aunque más entrado el match me lo haya puesto mas difícil. La semifinal contra Suárez fue un combate en el que yo estaba con una mentalidad especialmente fría y concentrada, seguramente fue mi mejor duelo de ese torneo. Pude controlar y vencer con varios puntos de diferencia a un tirador de mucha más edad y que no era como los anteriores, este rival se las había arreglado para llegar hasta ese punto. Luego de eso, la final no fue un match en el que haya tirado pésimo, pero no fue perfecto. Mi rival era físicamente muy superior a mi y tenia una forma de tirar que me costo contrarrestar y al final no pude remontar. Pero mas allá de todo la medalla fue bien merecida y fue un torneo excelente.
A pesar de tus 15 años, ya tuviste experiencias con categorías más grandes (por ejemplo, la Copa del Mundo de Buenos Aires en 2016). ¿Cuánto influyó eso en la obtención del resultado?
Competir con los mejores del mundo, como fue en esa copa, me hizo darcuenta de una realidad diferente. Esmuy interesante tirar con esas personas y ver sus complejas formas de hacerlo.Medióuna idea lo que es el alto rendimiento,y meayudó también a cambiar y rearma mijuego. Eso me preparóen cierta manera, ya que cadetes empiezaes una categoríamas compleja que lo que fue Ponce en el panamericano del año pasado (infantiles). Los juegos de los tiradores estánmucho mas armados y se requiere ser más inteligente, saber leerlos.
¿Qué tenés que ajustar para achicar la brecha con el campeón?
Sobre todo tendría que mejorar el tema físico. Tengo uno adecuado, con la altura, el largo y eso. Pero necesitaría sacar más potencia muscular y un mejor físico generar, para no sufrir cansancios extremos ni nada por el estilo. Por otra parte, en la técnica aún me falta mucho. Es fundamental seguir ampliando y mejorando mi juego.
¿Cómo fue el reencontrarte con tus afectos después de tal logro?
Cuando llegué al hotel lo único que pensaba era hablar con mis familiares, mi entrenadora y los chicos del club (Club Argentino de Castelar). Ese mismo día a la noche tuve media hora de Internet y aproveché para hacerlo. Ver todos los mensajes de festejo de mis compañeros fue lo mejor, ellos me apoyan un montón y siempre saben de mis resultados. Sus mensajes de apoyo me encantan, ademas también del apoyo de Andrea Chiuchich, mi entrenadora. Ya en Argentina, mis papas me recibieron en el aeropuerto felicitándome y siempre con su apoyo. Me preguntaban cosas del torneo, como me sentía y esas cosas. Cuando llegué a la sala los chicos me felicitaron, vi los carteles que había por el club que Andrea siempre pone, dentro de todo fue un recibimiento hermoso.
¿Qué objetivos tenés para Buenos Aires 2018?
Ya clasificar para mí va a ser algo hermoso y un orgullo. Sé que no va a ser algo fácil, pero lo voy a conseguir. Cuando vaya a competir sin duda daré lo mejor mí. Me prepararé de la mejor manera posible, y como dije en este torneo, no importa nada, voy a ganar y lo voy conseguir.
A largo plazo, ¿soñás con los Juegos Olímpicos de Tokio 2020? (tendrá 19 años)
Por supuesto, hay que tener una mentalidad en la que no te pare nada, e ir a buscar lo mejor. Si me lo propongo, obviamente lo puedo conseguir.
