La muestra de paz se observó el pasado miércoles 16 de febrero en la final masculina de aerials, una prueba imprescindible del esquí acrobático. Los inmersos en el abrazo fueron Oleksandr Abramenko de Ucrania e Ilia Burov de Rusia.
En los Juegos Olímpicos se pueden observar momentos de calidez humana que el espíritu olímpico demanda, ante las crisis políticas existentes, una muestra de hermandad deja un mensaje claro de paz. En Pyeongchang 2018, las dos coreas compitieron bajo la misma bandera como en Sídney 2000. Otros ejemplos son: Atenas 2004 donde la delegación de Irak fue ovacionada por todos los presentes en la ceremonia inaugural y en las últimas dos ediciones de verano la presencia del equipo de refugiados.
En el marco de los Juegos Olímpicos de Beijing 2022, las competencias de esquí acrobático atraparon a propios y extraños con sus excelentes pruebas de destreza, durante la final masculina de aerials, el campeón olímpico en 2018 Oleksandr Abramenko e Ilia Burov se dieron un abrazo cuando concluyeron de competir. La escena fue captada como un momento especial que quedará guardada para siempre en la historia olímpica, en tiempos de tensiones entre Ucrania y Rusia, estos dos atletas oriundos de estos países optaron por la paz.
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El futuro de Ucrania está lejos de ser estable, la crisis se agrava día tras día y funcionarios del gobierno ucraniano temen por una inminente invasión rusa. Por parte de las autoridades rusas se inclinan por vías diplomáticas a continuar con anexión de provincias ucranianas, con el objetivo de aplacar el avance de la OTAN.
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