En esta segunda parte del informe, conoceremos las posturas de dos profesionales respecto al alto rendimiento deportivo en la adolescencia y cómo evadir problemas los factores externos.
Por Lucas Zampino
Todo lo anteriormente expuesto sirve para presentar a otra de las protagonistas que vienen a desempeñar otro de los papeles claves sobre la formación adolescente: la nutrición. Irene Morelli nació en Rosario un 5 de marzo de 1991, es Licenciada en Nutrición (MP 1532/2), especialista en el rubro de rendimiento deportivo, y amante del running entre otras cosas.
Desde su consultorio, donde recibe a diario a sus pacientes, Morelli analizó las distintas variantes respecto al plan alimenticio en los adolescentes. Observó que “depende de muchos factores” para que dichos chicos lleven a cabo determinado plan. Uno de ellos, mencionó, es el “acompañamiento familiar”, aspecto preponderante o “vital”, donde destacó –por ejemplo- cuando el niño ya se desenvuelve por motus propio en cualquier etapa de las comidas (siempre respetando lo saludable). “Trabajo mucho con lineamientos sencillos, veo que venían haciendo, y desde eso mejoro lo que hacen, marco mucho ciertos momentos, como que comer antes de entrenar, la hidratación, que en general ahí si ven un cambio”, aseveró.
Construir un hábito saludable en dicha edad no suele ser tarea sencilla. “Cuando por ahí son jóvenes, absorben más fácil los cambios”, puntualizó. Aunque si de deportes específicos se tratara, los comparó, por ejemplo, con aquellos donde van por peso corporal, como lo es el boxeo. “Es como que están muy enfocados en eso y lo hacen. No lo ven tanto como sacrificio. Lo ven como que es parte, pero tienen una cultura, así como que a ellos los controlan con el peso. Supongo que en algunos sí, es como más esfuerzo por así decirlo”.
“Cuando por ahí son jóvenes, absorben más fácil los cambios. Es como que están muy enfocados en eso y lo hacen. No lo ven tanto como sacrificio. Lo ven como que es parte, pero tienen una cultura, así como que a ellos los controlan con el peso. Supongo que en algunos sí, es como más esfuerzo por así decirlo”.
Irene Morelli
No obstante, consideró que tal afirmación del párrafo anterior, no sólo lo ve como un sacrificio o dedicación, sino también basado en la “disciplina” o acostumbramiento. “Sienten que forma parte del entrenamiento, como esfuerzo, como que le ponen valor, una cultura y lo hacen más”, cerró.
El último actor participante en este informe, y no por ello menos importante, es una palabra autorizada a nivel internacional. Irene Presenqui es psicóloga (Mat.6563) especialista en deportes desde 2012. Nació en Rosario un 30 de noviembre de 1984 (37 años). Es, además, reconocida árbitro internacional (10/2008) y Neuropsicóloga abocada al alto rendimiento (2021).
Su curriculum confirma que trabaja en Arqueros Okey, en el seleccionado de golf del litoral, con tenistas profesionales (ejemplo Nadia Podoroska o Sebastián Báez), con los hermanos Giorgis, con Belén Pérez Maurice (esgrima), más numerosos jugadores de fútbol de demás golfistas, taekwondo, kick boxing o vela, dan cuenta de que es una voz calificada a la hora de poner en práctica nuestro enunciado.
Ella nos terminará y empezará (también) por comprender el fenómeno adolescente de quienes ya se encuentran en el alto rendimiento deportivo, cómo se los debe acompañar en el proceso de aprendizaje, la vida misma, las adversidades y si debemos hablar de deporte competitivo en esas edades.
“El alto rendimiento implica incomodidad y lo que uno intenta con los deportistas que se están insertando y que se insertan en el alto rendimiento es dentro de esa incomodidad buscar cierta comodidad”, definió en primera instancia Presenqui sobre el significado en sí mismo del alto rendimiento. Esa dicotomía está inmersa en el área escolar donde admitió que hoy día hay chicos que le plantearon la necesidad de dejar la escuela para dedicarse de lleno a su deporte, aunque valoró que no necesario tienen que llegar a tal punto, sino que, ejemplificó, lo que es el caso del CeNARD donde se cuenta con un sistema educativo flexible y online para evitar la deserción.
“El alto rendimiento implica incomodidad y lo que uno intenta con los deportistas que se están insertando y que se insertan en el alto rendimiento es dentro de esa incomodidad buscar cierta comodidad”
Irene Presenqui
Previamente a avanzar unos casilleros en la comprensión de la importancia del deporte a cualquier edad, Presenqui hizo un alto e hizo foco en que el deporte mismo “es formación en valores y en educación”, más allá de la edad –considera- de que la actividad sea competitiva o no. Y aportó: “Que no se inicien en un solo deporte. Que puedan probar muchas disciplinas deportivas, y que después ya entrando en la edad de doce años puedan quedarse, digamos, con dos deportes. Y que ya a las catorce sea algo bien específico, si realmente se quiere dedicar a esa disciplina deportiva”.
El rol de la familia se halla inmerso en cualquier ámbito de la vida cotidiana de cada ser humano. “Es algo primordial”, pensó. Y lo graficó con el sistema piramidal, donde precisamente la familia es base y sostén de todo para construir al deportista, que debe ser mirado –según Presenqui- de manera integral. ¿Que se busca con este planteo? “El apoyo, el poder entrenar la parte técnica, táctica y mental”, respondió. “Cuando uno habla de alto rendimiento, vemos el esquema del iceberg. Es decir, la punta donde es el deportista que tiene notas, que le va bien en el deporte, que gana dinero, etcétera, pero no vemos la parte de abajo, el sostén, el esfuerzo, el sacrificio, las horas de entrenamiento, las decisiones y demás cuestiones que tuvo ese deportista para llegar en esos momentos a conseguir el éxito”, clarificó.
Redes sociales en la psicología deportiva
Las redes sociales vinieron para quedarse. Un buen uso de las mismas implica numerosos beneficiosos, y vaya si los deportistas amateurs lo saben. Se requiere un empleo racional, consciente y eficiente de las mismas. A Presenqui, le parece que no estar en las mismas “no está bueno como así también una sobrexposición”, pero que, sin embargo, tenemos que buscar un “equilibrio”. Y que tal empleo de las redes se manifiesta en la personalidad del deportista.
“La mayoría de los sponsors se da por cantidad de seguidores. Entonces el deportista tiene como ese doble trabajo. Por un lado, poner el foco en su entrenamiento, para poder ganar, y por el otro lado también tener que ganar en cuanto a seguidores. Entonces es una presión muy grande que hay que saberlo abordar para que el deportista no llegue a tener problemas en cuanto a lo que tiene que ver con la salud mental”, afirmó sobre otra de las razones para un buen rédito.
Todo lo anteriormente expresado viene a colación sobre la importancia y necesidad –según palabras de Presenqui- “de hablar de salud mental en el deporte, sobre todo en esta inserción de los adolescentes al profesionalismo, al deporte de alto rendimiento, donde se puede ver como un trabajo si hay cierta remuneración a cambio del deporte que esa realizando esa persona”. Pero para ello, se requiere de una charla mucho más amplia y profunda.
“A los adolescentes –que están en el deporte- hay que insistirles que está bien no estar bien. Que son persona antes que futbolistas, nadadores o antes de ser el tipo de deporte que hagan”, sostuvo en base a la psiquis de los chicos. “Que está bueno pedir ayuda. Y que la parte mental también se entrena, también se trabaja como así también se entrena la parte técnica. Y con los profesionales adecuados”, remarcó como otros de los puntos importantes.
“Que está bueno pedir ayuda. Y que la parte mental también se entrena, también se trabaja como así también se entrena la parte técnica. Y con los profesionales adecuados”
Irene Presenqui
Afrontar una adversidad a la edad de 14 a 18 años, como en el planteo inicial, genera cierto temor. Las hay en la vida deportiva o en la vida misma. “En una situación deportiva uno se pone un objetivo. En la vida uno se pone un objetivo. Estudiar, o conseguir determinado trabajo, o casarse, etcétera. Cada cual tendrá su propio objetivo. Obviamente que va haber adversidades en ambas cuestiones”, realizó Presenqui un paralelismo entre ambos puntos. Y continuó: “El deporte es educación para la vida. Y acá está el tema de no es el que pasa, que me lesioné o que rendí mal un examen. Si no lo fundamental es el cómo, cómo atravieso esa situación. Y poder sacar de esa situación un aprendizaje, y que ese aprendizaje se va a transformar en crecimiento. Entonces esto aplica tanto para un deportista, para un adolescente en inserción al profesionalismo, como así también para un adolescente que termina la escuela secundaria y que da el siguiente paso de estudiar o trabajar”.
En conclusión, el talento del deportista es uno de los factores a tener en cuenta si quiere perdurar en el tiempo. “Un deportista con talento sino lo trabaja, no sirve porque puede llegar a tener un éxito, pero no va a perdurar en el éxito en el tiempo. Me parece que siempre está bueno lo que es la actitud, de responsabilidad, de compromiso, y de luchar por los sueños. Eso es clave, independientemente de que si es un deportista súper talentoso o independientemente que sea un deportista que le cueste un poco más”, reflexionó.
“Me parece que siempre está bueno lo que es la actitud, de responsabilidad, de compromiso, y de luchar por los sueños. Eso es clave, independientemente de que si es un deportista súper talentoso o independientemente que sea un deportista que le cueste un poco más”
Irene Presenqui
** Argentina Amateur Deporte tuvo el agrado de contar con la palabra de dos jóvenes deportistas (Erich Gisler y Maximiliano Fiscella), una nutricionista (Irene Morelli), un profesor de educación física (Marcos Daut) y una psicóloga (Irene Presenqui), quienes gentilmente dialogaron con este medio aportando cada uno su visión a la problemática.
Foto: aplenorugby.com.ar