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El ADN siempre está

Argentina venció a Venezuela en Caracas por 73-72 luego de llegar a caer por 22 puntos en el tercer cuarto. Como en la Generación Dorada y en el Mundial de China, la defensa fue la gran razón del gran triunfo del equipo de Sergio Hernández.

El básquet argentino volvió a dar una muestra de su gran avance este domingo por la tarde-noche en Caracas. Luego de caer en su debut en San Luis por 74-68, el equipo de Sergio Hernández se sacó la espina y superó a Venezuela por 73-72 tras remontar una desventaja de 22 puntos.

Así como Oveja había destacado la actitud del equipo en el debut, este equipo, completamente alternativo y con una gran cantidad de jugadores jóvenes, demostró tener el ADN del básquetbol argentino: defender fuerte, mover bien la pelota en ataque. Eso fue lo que caracterizó al equipo histórico de la Generación Dorada, lo que marcó al combinado que fue subcampeón en China en 2019 y lo que demostró el combinado albiceleste este domingo.

Argentina logró, a base de un trabajo constante, pese a su amplia cantidad de contratiempos, forjar una identidad que es bajada desde los conductores (entrenadores) a los interpretes (jugadores). Sin importar los nombres, a esto juega el equipo, por esto se caracteriza, y gracias a esta manera de jugar gana como pierde. Ese es el mayor logró que tuvo el básquetbol nacional en los últimos tiempos, que es mucho más importante que cualquier título, subcampeonato o podio, más allá que estos resultados, lógicamente, ratifican el acierto de la identidad nacional.

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Esa identidad tuvo el equipo de Hernández en la adversidad de un tercer cuarto que lo halló con un -22 a falta de 11 minutos (uno del tercero y los diez del último) para el final. El elenco no perdió la idea, y en el peor momento pasó de ser dominado por un equipo de Fernando Duró -que hizo valer su talento durante los primeros 29 minutos- a ser amplio dominador de las acciones para un final de película.

El trabajo de Cáffaro (10) y Ramírez Barrios (7) en defensa impulsó al resto del equipo, que de a poco se empezó a amigar con el juego ofensivo. La visita achicó ese margen de 22 a 11 en un minuto del tercer período, con una actitud de aprovechar los errores rivales y castigar de contraataque. A falta de 3:19, el juego estaba empatado tras dos libres del jugador de San Lorenzo.

Desde entonces, el cierre fue parejo, hasta que Barral, líder anotador del equipo con 11 puntos, puso el punto de quiebre. Una bomba desde el centro en la cara de Michael Carrera (11) silenció al público local que quedó atónito ante la reacción de la visita. Gregory Vargas (16) encajaría rápidamente un doble para mantener el drama, pero ambos equipos no volverían a anotar desde entonces, lo que cerró la victoria nacional.

De esta manera, Argentina se impuso en lo que se preveía como el partido más complicado del Grupo A y terminó con la misma marca que el resto de los equipos (1-1). La próxima cita del elenco nacional será los Juegos Olímpicos, mientras que la siguiente ventana de la clasificación a la FIBA AmeriCup tendrá al equipo con dos juegos como local, ante Chile (viernes 27 de noviembre) y Colombia (lunes 30 de noviembre). Luego, en febrero del 2021, cerrará su paso por la fase con visitas a ambos elencos.

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