La jugadora brasile{a fue noticia en esta semana por su comentario sobre sus ingresos económicos paralelos al vóley, deporte al cual se dedica de manera profesional, según sus propias palabras. Su repercusión salió del ámbito local y recorrió el mundo, llenando las redes de comentarios y polémicas.
Por Sol D´Amato
El miércoles, Key Alves, jugadora de vóley de la Selección de Brasil, salió en un medio local a hablar de su realidad económica: “Voy a hacer mi tercer año en un equipo de voleibol profesional y me considero una atleta profesional. Pero las cosas fuera de la cancha comenzaron a crecer mucho para mí. Así que comencé a prestar un poco más de atención a esa carrera paralela”.
“Me guste o no, hoy es mi mayor ingreso. Ganó 50 veces más con las plataformas digitales que en el voley. El negocio es otro, como modelo, influencer, empresaria y emprendedora”, agregó. La deportista de 22 años, es la voleibolista profesional con más seguidores en Instagram en el mundo: tiene 2.3 millones.
Esta noticia fue la más viral del deporte internacional de la semana. Rozando diferentes pruritos, polémicas y preocupaciones. ¿Cómo una deportista profesional gana más como influencer que como jugadora?
La ecuación es fácil. El deporte femenino está a años luz de ser profesional. Ser profesional de algo implica que se recibe una retribución económica que permita subsistir con ese ingreso. En el caso del deporte femenino, lejos se está de esta acepción.
La imagen de Key Alves se hizo conocida en el mundo porque fue noticia hablando de otra cosa y no de vóley. Esta es el primer indicio de la “polémica”. Ella asume que su sueño era ser conocida, que tiene carisma y que le gusta lo que hace. Pero dice que su ingreso en OnlyFans es de 16 euros, más de lo que gana como deportista. OnlyFans es un servicio de suscripción de contenido, donde los creadores pueden obtener ingresos a partir de los usuarios suscritos a su perfil, denominados «fanes», lo que les permite recibir fondos directamente de ellos con una suscripción mensual, pago único o pago por visión. Pero entonces, ¿Y cuánto gana una jugadora de vóley?
Para tener una referencia, en Argentina una jugadora gana como máximo, el mínimo que gana un jugador. Los sueldos rondan los $80.000 pesos frente a otros de $7.000. La brecha salarial entre hombres y mujeres, también es polémica.
Retomando la imagen que tiene la mujer en los medios, sobre todo deportistas, todavía se encuentra bajo el manto de los logros que tuvieron o no sus pares masculinos. Hace un tiempo, AAD realizó una encuesta sobre la imagen de la mujer, y arrojó que los Medios de Comunicación transmiten una imagen sexualizada (17%), inferior o secundaria respecto a los hombres (10%), cosificada (8%). Pocas respuestas dieron referencia a mujeres fuertes, predominantes en la escena, o empezando a salir hacia el protagonismo (5%). Es por esto, además, que la noticia de Alves tomó tanta relevancia pública en el mundo de los medios.
El único caso que ha ganado relevancia positiva en el deporte es el de la selección femenina de fútbol de Estados Unidos, donde tanto mujeres como varones cobrarán lo mismo cuando compitan representando al país. Cabe destacar que las chicas son tetracampeonas mundiales, mientras que los varones llevan varias ediciones sin clasificar. Así y todo, ellas ganaban menos.
El deporte femenino lejos está de ser profesional. Tiene mayor difusión, tiene mayor relevancia, pero todavía no alcanza. Toma puestos altos en los medios y en la agenda social cuando se corre el foco de lo deportivo, cuando suceden estas noticias que nada tienen que ver con sus logros deportivos, con su esfuerzo, su dedicación y su desigualdad. Si, en el siglo XXI sigue habiendo noticias cosificantes hacia las mujeres. Y eso, debería ser polémica.
Imágenes: redes personales de Key Alves