El cordobés fue derrotado en su debut del US Open, el último Grand Slam del año. La autocrítica del argentino
Sin filtro y mucha autocrítica tuvo Gustavo Fernández para graficar su debut y despedida en el US Open de Estados Unidos. La inesperada derrota en los cuartos de final ante el japonés Takuya Miki, número 10 del mundo, dejó una herida que el cordobés y uno de los máximos representantes del deporte adaptado argentino no pudo digerir.
Fue 6-3 y 7-6 (2) que habla más allá del resultado. Y que el propio Fernández analizó con crudeza tras su eliminación: “Es una derrota dura, por decirlo de una forma generosa, que te replantea en qué posición estás en cuanto a la humildad, al trabajo que estás haciendo. Es una derrota que sacude y para analizar y ver muchas cosas que estamos haciendo”.
Fernández, número tres del ranking del tenis sobre silla de ruedas, consideró: “No me pasa inadvertida esta derrota, probablemente la peor en años, Es importante y necesario mirar qué pasó. Perdí en Wimbledon y en Roland Garros, pero esto es otra cosa, otra historia. Es más doloroso. Tengo que tratar de ser inteligente y mirar para adelante”.
A Gusty le queda el sabor de la revancha con el doble, en el que jugará con el japonés Shingo Kunieda y después sí, preparase para el Masters de Países Bajos tanto en individual y como en dobles.
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