¿Cómo prepararse para una competencia?
Pensar en participar de un torneo puede llegar a ser un momento de extrema dificultad, acá algunos consejos para poder conciliar la calma en esa situación complicada.
Los momentos previos a subirse a un cubo, a iniciar la rutina en piso, a pararse en el ring, a poner un pie en la cancha, cual fuera que sea la actividad que practiques, pueden ser tensos. Si se quisiera, se podría comparar al momento de dar un examen académico; después de tantos entrenamientos, es la hora de poner a prueba todo lo que practicaste. Sin embargo, eso es lo que te lleva al primer consejo:
1. Puede fallar
Sí, como decía Tusam, puede fallar. Lo primero que hay que entender para poder encontrarse con el éxito, es que las probabilidades de que este no llegue están. Dependerá del deportista qué tan altas o bajas sean, pero jamás podrán ser eliminadas del todo, y eso es algo que se debe tener en cuenta.
Ojo, esto no es ir mentalizado a perder, no. Este consejo es simplemente aceptar que fallar un penal, largar en falso, tropezarse, o no dar la marca, son todos caminos posibles, y ninguno de ellos es sinónimo de catástrofe.
2. Conocerse
Este consejo engloba a varios. Uno se conoce a sí mismo más que nadie, entonces es el que más sabe lo que le gusta y lo que no.
A la hora de un torneo, todos los pequeños detalles, accesorios, costumbres que sientas que te hacen bien, deben tomar protagonismo. Si a vos te da paz escuchar ese tema 15 veces seguidas, es el momento de hacerlo.
El objetivo de este consejo es buscar la comodidad plena del competidor. Puede ser en sentido literal, quizá haya un buzo que resulte más suave y transmita tranquilidad; o capaz en sentido figurado, y necesitas un abrazo de tu amigo antes de correr. Aplica lo mismo para cualquier cábala o costumbre, si es algo que consideres que te pueda ayudar, hacelo.
3. Preparación
Este es el más simple y fundamental de todos, las cosas. La ley de Murphy dice que si algo puede salir mal, va a salir mal. En este caso, a diferencia de los errores en la competencia, sí se puede evitar en su totalidad.
Sin importar cuál sea el equipamiento para el día o los días de torneo, hay que tener todo listo de antemano, y si es posible, llevar un repuesto de los elementos más importantes. ¿Natación? Dos gorras, porque se rompen fácil. Solamente con esa añadidura se ahorran un montón de problemas.
Se aplica igual para todo lo que se deba llevar. Si la competencia es a la mañana, dejá preparado el bolso o la mochila el día anterior; no olvidarse de la bebida para no estar deshidratado, comprar todo un par de días antes.
Acciones simples que tienen mucha influencia en un torneo.
4. Objetivos
Uno como futbolista no puede plantearse meter 10 goles por partido, y no puede planear hacer récord mundial cada vez que nada una carrera. Siempre antes de una competencia, hay que hablar con el entrenador y tener en claro los objetivos a cumplir en la misma.
Quizás es un torneo sin mucha importancia, y se puede usar para practicar alguna táctica nueva; quizás es para no perder rodaje, y no se van a buscar grandes resultados; o quizás es un clasificatorio, donde lo importante sí sea el resultado.
Indiferentemente de cuál sea la competencia, tener en claro qué es lo que vas a buscar, siempre es una buena idea para afrontarla de mejor manera.
5. Darlo todo y pasarla bien
En el momento en el que suena el silbato, campana, chicharra, al deportista solo le queda hacer lo que mejor sabe y más le gusta: su deporte.
Las competencias son, más allá de una oportunidad para ponerte a prueba y medirte contra otros del palo, un momento de disfrute y una celebración. Una vez que estás ahí, queda muy poco que pensar y mucho por hacer.
El nerviosismo o la presión por los malos resultados opacan la diversión de muchos atletas, lo más importante es que esto no te suceda. Sin importar que tan bueno o malo sea el balance de una competencia, el disfrute debe primar por sobre todo lo demás.
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