El seleccionado masculino ganaba 3-0 y terminó perdiendo 5-4 con Egipto, que finalmente se llevó la medalla de bronce.
Argentina, desde el inicio, dio la sensación de haber superado el duro golpe que le representó la caída en semifinales ante Brasil.
Ezequiel Ramírez, Agustín Raggiati y nuevamente Ramírez ponían en ventaja rápidamente a Argentina. Sin embargo, poco a poco dejó crecer a Egipto, que se fue metiendo en partido y revirtió el marcador. Talaat descontó antes del final del primer tiempo con un tiro libre.
El inicio del complemento fue fatal para el equipo argentino, porque Ahmed volvió a descontar y luego con un doblete de Talaat los africanos pasaron al frente en el marcador.
Enseguida, Santiago Rufino fue como arquero jugador a tratar de igualar el partido, pero nuevamente Mohamed Talaat amplió distancias con una solitaria corrida que no encontró respuestas en el arquero fueguino Christian Vargas.
Argentina desapareció de la cancha, desaprovechó situaciones muy claras de gol y, a un segundo de la chicharra, descontó Alan De Candia, pero no alcanzó.
“Nos patearon dos veces y nos hicieron dos goles, desde ahí nos bajoneamos. Es una lástima que se nos haya escapado de esa manera, por nuestro trabajo y por la gente que nos vino alentar todos los días sin importar el horario”, declaró el arquero Franco Pezenatti.
Fuente y foto: COA
