Este 1 de mayo se conmemora un nuevo día del trabajo y en AAD te contamos las historias de Anabella Mendoz y Chiara Mainetti, que luchan para sobreponerse a los impactos económicos del coronavirus.
Por Micaela Piserchia
(@micapiserchia)
Es imposible abstraerse de este contexto que ya tiene al país hace más de 40 días en cuarentena por la pandemia de coronavirus. En un futuro que se vislumbra incierto y la economía que desgrana poco a poco, no todas las personas tienen la posibilidad de quedarse en casa para protegerse del Covid-19 sin que ello genere desbalances en el día a día de cada familia u hogar. Algunas, con permisos, ya salieron a la calle y otras se las ingenian a través de plataformas o aplicaciones para continuar con su trabajo diario e intentar sostenerse económicamnte.
AAD habló con Anabella Mendoz, tricampeona mundial de patín artístico en la disciplina de figuras obligatorias, y con Chiara Mainetti, atleta y actual 13 del mundo en Montaña; quienes son profesoras y dan clases para, además de mantenerse activas, brindar servicios y por supuesto, ganarse el mango.
“Hay muchos entrenadores que están tomando esta forma porque no se sabe cuándo va a terminar esto. La mayoría de nuestros sueldos como profesores son informales así que es difícil quedarse tranquilos en casa”, comenzó Anabella, quien da clases de patín en instituciones de Zona Sur. Asimismo profundizó sobre la metodología utilizada y también acerca de qué y cómo se trabaja un deporte como el patín sin patines: “Lo hago a través de Zoom, al enseñar desde casa se trabaja mucha técnica y preparación física. Algunas tienen patio para moverse con los patines así que estamos tratando de sobrellevarlo de esta manera”.
En el caso de Mainetti, la atleta que se da tremenda maña con la electicidad, trabaja en una de las cadenas de gimnasios más conocidos del país, en donde se desempeña como profesora del grupo de Running y como personal trainer. Otra de sus funciones es realizar planes de entrenamiento de Running a distancia como así también personalizados que incluyen visitas a domicilio.
“En este momento que estamos transitando estoy acompañando a mis alumnos, familiares y amigos dándoles clases virtuales sin costo para ayudarlos que sigan activos y conectados con la actividad física que tan bien nos hace a todos”, cuenta la atleta a quien se la puede ver dando clases en las redes sociales del gimnasio.
“Me llaman de otras provincias para dar charlas motivacionales porque hay muchas madres que les cuesta mandar a sus hijas a bañar o lavarse los dientes, es complicado para las familias la verdad porque las nenas están muy bajoneadas”,
Anabella Mendoz
Si bien la situación es crítica para todas las personas, inclusive para las que tienen la suerte de contar con un sueldo fijo, quienes más sufren son aquellas que no. Por ejemplo, Mendoz cuenta que su caudal de alumnas disminuyó lógicamente por la falta de dinero, en primer lugar, y por no acceder a la dinámica que permite entrenar con el elemento principal que son los patines. Aunque, con algunos malabares, puede sostenerse económica y emocionalmente: “Trabajo poco la verdad, estoy dando preparación física por Instagram Live dos o tres veces por semana (lo cual no es remunerado) y hago cosas administrativas con la Ciudad, charlas virtuales con profes y sumo las pocas clases de Zoom. Pero ahora me lleno el día dando entrevistas en vivo para estar activa ahora que vivo sola”.
La tricampeona mundial de escuela, quien cuenta solo con beca de Secretaría de Deportes, dejó entrever una triste realidad entre nenas que ni siquiera son sus alumnas, porque cuando se pierde la libertad y la rutina de hacer algo que tanto aman, las consecuencias no tardan en llegar. “Me llaman de otras provincias para dar charlas motivacionales porque hay muchas madres que les cuesta mandar a sus hijas a bañar o lavarse los dientes, es complicado para las familias la verdad porque las nenas están muy bajoneadas”, soltó Mendoz. En estos tiempos, más que nunca, la contención es fundamental.
Chiara Mainetti, por su lado, comparte una de las aristas de este trabajo por hora y a su vez lo sufre por no tratarse de un ingreso fijo, reconociendo que es el precio que debe pagar por ser la única modalidad que puede adoptar para adaptar sus entrenamientos y competencias. “Lo negativo es que al trabajar de forma independiente es que las horas que no trabajo, ya sea por una competencia, una puesta a punto en la altura, lesión, etc, no las cobro”, lamentó la eldorense, quien no cuenta con ninguna beca por falta de logros deportivos que la justifiquen.
Y agregó que “la idea al principio era poder dedicarme más de lleno al atletismo pero todos sabemos que en Argentina es muy amateur todavía, y hacer un deporte de la manera más profesional posible requiere muchos gastos de todo tipo, alimentación, suplementacion, masajes, kinesiologos, deportologo, nutricionista, viajes, etc”.
Aunque, por suerte el running cuenta con cierto nicho de sponsors que sí habilitan cierto patrocinio a las y los atletas que practican la disciplina. Así lo relata: “El lado positivo es que las grandes marcas deportivas o empresas privadas apoyan a los deportistas, en su mayoría con indumentaria o sus productos. En mi caso soy parte del team elite de NB y medias SOX, los dos me asisten con sus productos”.
Esto otra vez nos hace replantear el sistema laboral de quienes practican deporte en el alto rendimiento, que por supuesto muchos no están registrados y cumplen funciones desde la informalidad. Y ni que hablar, lógicamente del sistema previsional que implica este tipo de condiciones laborales.
Fotos: redes sociales de las deportistas