¿Quién duerme ahora?
Las Panteras derrotaron 3-0 a Colombia, con parciales de 25-20, 26-24, 25-17 y están a un partido de clasificar por primera vez a los Juegos Olímpicos. Épico por donde se lo mire, la historia se define este domingo vs Perú.
Piel de gallina. Nervios. Adrenalina. Alegría. Todo, todo eso producen Las Panteras en Bariloche. En un sensacional tercer partido, el equipo de Guillermo Orduna venció en sets corridos a Colombia, con parciales de 25-20, 26-24, 25-17 y, con puntaje perfecto, espera definir el pase a los Juegos Olímpicos ante Perú, este domingo a partir de las 17. Río está cada vez más cerca.
El primer set mostró a unas Panteras agresivas y con la línea que las define desde que arrancó el Preolímpico, con bloqueo eficaz en la mayoría de las ocasiones y buenas apariciones en ataque. Arriba en todo el marcador, sobre el final tuvieron algunos problemas para cerrar el trámite; porque Colombia aprovechó los errores albicelestes y achicó la brecha que era de casi seis puntos en set ball. Castiglione puso el 25 y selló el primer chico en favor de Las Panteras, que sabían que se les venía un partido bien chivo.
Colombia se avivó y para el segundo set metió quinta: con la superioridad de Montaño, letal en cada ataque que proponía, las cafeteras se impusieron durante casi todo el juego. Un set que se presentó punto a punto, y que alternó entre ambos equipos el liderazgo del marcador por la mínima. Nizetich y Sosa fueron importantísimas para dar vuelta la cuestión, que se definió recién en el punto ¡23!, cuando Las Panteras, que iban abajo, empataron. Allí, los tres puntos finales fueron para el infarto y el Pedro Estremador fue el fiel reflejo de eso: el público vibró, sufrió y festejó cada pelota como si fuera la final del mundo. El premio llegó y las de Orduna –que pedía que pelearan las pelotas a cada instante- pusieron el 26-24 para pensar en un último esfuercito.
En el tercer set, Las Panteras fueron más seguras y precisas que en el anterior, con los ingresos afianzados (Píccolo, Martínez y Busquets) y con menos yerros en el aspecto defensivo, falencia notoria en el segundo chico. De la mano de Boscacci, los bloqueos de Sosa, la potencia de Nizetich, la determinación de Castiglione, la fuerza de Lazcano y la voz de Rizzo, Las Panteras dejaron su huella y crecieron sin ceder sets. Colombia se debilitó y, pese a haber peleado, cayó vencida en 17 unidades. Una vez terminada la cuestión, el estadio estalló y las chicas se fundieron en un abrazo inmenso, que junto con los cantos de la gente, invitó a festejar. La emoción es inexplicable para propios y ajenos y sólo queda dar un poquito más.
El domingo será un día clave en el Preolímpico. Las chicas se juegan el todo por el todo ante un rival durísimo, pero que no es invencible. Si bien llega con el mismo récord que Las Panteras, ya hubo partidos a favor para las argentinas en el historial: sin ir más lejos, el año pasado fue uno de ellos (en la Copa del Mundo, 3-2). Queda sólo un pasito. A partir de las 17, la historia olímpica entra en juego. El plantel lo merece, el crecimiento lo acredita. Ahora, ¿quién duerme esta noche?…