Cómo mejorar mis vueltas

Los giros son una parte fundamental en absolutamente todas las carreras de natación, leé qué se debe hacer para poder aprovecharlos y sacar ventaja de los mismos.

De base, el entendimiento de los virajes debe ser no el de un momento de descanso, sino el de una oportunidad para regenerar el impulso perdido a lo largo del nado. En todas las carreras aplica igual, siempre que se esté en los últimos cinco metros de la pileta, es decir debajo de los banderines, uno debe focalizar su energía en lo que será una revitalización de su velocidad.

En la continuación de los consejos generales, es conseguir una entrada fuerte y veloz, sin romper el tempo del estilo. Ser rápido en mariposa y pecho es sinónimo de orden, si esta característica se pierde por intentar llegar antes a la pared, se tardará mucho más.

Vueltas de crol y espalda

Si bien a primera vista uno podría pensar que crol y espalda son estilos opuestos, debido a que uno mira hacia abajo y el otro hacia arriba, en las dimensiones técnicas son bastante similares. A diferencia de los otros dos estilos, en estos no es necesario mantener un ritmo de dos brazadas por una patada o viceversa para no perder la técnica; así como también la velocidad con la que se debe bracear y patear es mucho mayor.

1. En el momento en el que se inicia el giro se debe introducir primero la cabeza y posteriormente el brazo más hábil, el cuál cierra la primera etapa.
2. Apoyado en el envión de esa última brazada, se debe dar vuelta el cuerpo hasta quedar boca arriba.
3. Una vez en la posición, posicionar ambos pies en la pared a una altura igual, el ancho puede variar, aunque no debería superar al de los propios hombros.
4. Con los pies apoyados, conseguir una profundidad de 90º y poner los brazos en posición de flecha o streamline, listos para salir; estos, para evitar la fricción con el agua, deberán viajar lo más pegados al pecho posible.

Importante: en espalda, únicamente se puede hacer una sola brazada boca abajo, por lo que es fundamental estar atento a la cantidad de ciclos previos al inicio de la vuelta.

Un buen consejo es, en crol, entrar al viraje sin respirar, de esta manera la técnica del estilo estará mucho más organizada.

Vueltas de mariposa y pecho

De la misma manera que crol y espalda son estilos similares, pecho y mariposa comparten características; por ejemplo, en ambos, el toque en la pared es obligatoriamente con las dos manos al mismo tiempo, de lo contrario, se contará como una descalificación.

1. Tocar la pared a una distancia que resulte cómoda. Es muy difícil reacomodarse en el medio del proceso, por lo que se deberá saber de antemano cuando dejar de hacer ciclos.
2. En el mismo momento en el que se hace el último ciclo y se toca la pared, empezar a traer las rodillas al pecho, y posteriormente los pies a la pared.
3. Mientras los pies viajan, la mano inhábil se moverá en sentido contrario e irá a prepararse para la salida.
4. En este giro se debe quedar de costado, totalmente horizontal, pero al igual que en la vuelta anterior, con los pies paralelos y a un ancho no superior al de los hombros.
5. Una vez los pies estén en el lugar indicado, resta alcanzar la posición de 90º con las piernas e impulsarse. Mucho cuidado con la mano hábil, la cual tiene que viajar por detrás o por sobre la cabeza para ahorrarse el rozamiento extra.

Importante: estas vueltas, al ser laterales en lugar de frontales, dependen mucho más de la inercia del propio nado que las de espalda y crol, en las cuales uno puede impulsarse de manera más fácil.

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