La natación es uno de los deportes más completos, además de tener grandes impactos positivos tanto en el cuerpo como en la psiquis de todo aquel que lo practique.
La natación como tal, si se practica de manera diaria y no competitiva, tiene una gran cantidad de beneficios que otros deportes no. Si bien la base del deporte es el ejercicio aeróbico, factor en el que la gran mayoría de disciplinas se apoyan, este se diferencia de otros como el atletismo o el ciclismo por un componente único: el agua.
1. Poco impacto
Si uno quisiera hacer un ejercicio aeróbico simple, el primero que viene a la cabeza es salir a caminar o correr regularmente. Es sencillo, no se necesita mucho más que ganas y un par de zapatillas que resulten cómodas; el problema llega con los dolores en las rodillas.
La pileta destaca como opción por su bajo impacto en las articulaciones. La única manera de generarlo sería con una potente vuelta, y de igual manera no se podría comparar a lo que puede causar un trote de larga duración.
2. Salud mental
Como segundo beneficio, también se puede hallar uno que comparten prácticamente todos los deportes: una mejoría de la salud mental. Como tal, la natación incrementa de manera considerable el control de la respiración, debido a la imposición de no tener aire a demanda. Si se quiere respirar, hay que respetar los tempos del estilo, de lo contrario, únicamente se logra un ahogamiento desesperante.
Al dominar la respiración, el estrés disminuye notablemente, ya que se transforma en un ejercicio relajante y hasta terapéutico. Como adición, todo esto de tener que adaptarse a un nuevo ambiente como lo es el acuático, también favorece a la memoria y concentración. Al tener que aprender a moverse casi de cero, y tener que permanecer atento a la técnica y flotabilidad del cuerpo, el ejercicio toma tintes que ayudan a movilizar las funciones cognitivas.
3. Capacidad pulmonar
El beneficio más grande, y por el cual se suele recomendar este deporte, es la notoria mejoría de la capacidad pulmonar. Como ya se ha mencionado antes, casi todos los deportes suelen tener algún tipo de relación con el desarrollo aeróbico, pero la natación sobrepasa con creces a sus competidores. Esto también se extiende a una reducción de probabilidades a futuro de contraer enfermedades cardíacas. El fortalecimiento cardiovascular que proporciona el ejercicio aeróbico es el actor preventor.
4. Flexibilidad
La natación empuja todo el cuerpo a realizar movimientos los cuales no está acostumbrado a hacer. Esto fuerza una inevitable mejoría de tanto el rango de movilidad como de la flexibilidad corporal. Realizar tantas vueltas, o tantas brazadas, pone en movimiento músculos como los hombros o el abdomen, que no suelen comprometerse en la cotidianeidad.
5. Tonificador de músculos
Como último punto, no se puede obviar la función que tiene el deporte como tonificador de músculos. Así como la integridad de la práctica gira en torno a la dificultad del uso del oxígeno, todo el deporte se basa en propulsar tu cuerpo hacia adelante, con el uso de la fuerza propia. Esta exigencia que propone la natación, obliga a todo aquel que la practique a esforzar todos los músculos de su cuerpo, a la vez que los entrena.
