El Alma dejó todo en la cancha pero cayó por 81-73 frente a Lituania en su tercera presentación en los Juegos Olímpicos. El equipo de Sergio Hernández va el sábado ante Brasil en el clásico.
Después de vencer en el debut a Nigeria y solidificar su buen momento frente a Croacia, este jueves llegó la primera caída de Argentina en los Juegos Olímpicos de Río 2016. En un verdadero partidazo, El Alma volvió a dar todo pero esta vez no estuvo certero en los momentos definitorios y por eso cayó frente a Lituania por 81-73.
A diferencia de otros juegos, Argentina no se encontró desde lejos y ese fue su principal error que no le permitió alzarse con el triunfo. El equipo acertó tan solo 7 de sus 26 lanzamientos desde lejos, lo que significa que en momentos complicados tomó lanzamientos apurados que no encontraron el fondo de la red. En parte el conjunto europeo llevó al error nacional. Con cinco bombas de Kalnietis y siete de Kuzminskas, líderes en la anotación del juego con 17 y 23 puntos respectivamene, Lituania forzó a Argentina a jugar a una competencia de triples para seguirle el tren.
El principal punto fuerte de Argentina estuvo en Emanuel Ginóbili. Manu volvió a demostrar que es una leyenda viviente del básquetbol nacional, organizando el ataque y mostrándole que el camino para vencer al rival era acertando en la pintura. El ayuda base fue el goleador Albiceleste con 22 puntos, 10 de ellos proveniente de la línea de tiros libres.
El quiebre del juego estuvo en el tercer cuarto. Allí Lituania se solidificó en defensa, marcando bien hombre a hombre y conteniendo a los principales artilleros argentinos. A partir del buen marcaje, forzó errores y allí fue Kuzminkas quien tomó el mando. Ya sea anotando desde lejos o encarando al aro, el alero fue una pieza clave para que Lituania se escape por 10 puntos (57-47) y domine el juego.
Si bien Argentina se pudo volver a poner al frente con un parcial de 12-0 que lo puso dos puntos arriba, Lituania fue el mejor equipo en el cierre. Con el Carioca 1 explotando en su contra y a favor de la Albiceleste, el equipo europeo tuvo la cabeza fría y el corazón caliente para encontrarle la vuelta. Nuevamente en su nivel máximo, los vestidos de blanco supieron manejar los tiempos para frenar el envión argentino e imponerse 81-73.
Con este resultado, acabó la racha nacional luego de tres encuentros en el Juego Olímpico. Su próxima prueba, una verdadera batalla: Brasil, el sábado a las 14:15. Que sea con mucho color, pero en paz.
