“Dejar todo y un poquito más”
Ese es el deseo de Pablo Macagno, Federico Díaz, Bárbara Berruezo y Tomás Thouyaret, integrantes del equipo de bádminton que viajará a los Juegos Panamericano de Toronto.
Por Micaela Piserchia
Los Juegos Panamericanos están a la vuelta de la esquina y se viven con más fuerza que nunca. El bádminton es uno de los deportes que se encuentra en el programa y en el cual Argentina tendrá seis representantes: Daiana Garmendia, Bárbara Berruezo, Florencia Bernatene, Federico Díaz, Tomás Thouyaret y Pablo Macagno. Triplicando la delegación que compitió en Guadalajara 2011 y llevando la delegación con mayor cantidad de jugadores de la historia, los chicos entrenan con alegría y mucha expectativa tras la chance inolvidable que tienen en sus manos de competir vistiendo los colores de Argentina.
La Selección de bádminton es muy joven, ya que el promedio de edad de todos no supera los 28 años. Además, siendo éste un deporte con poco roce internacional, hace que los sentimientos a la hora de encontrarse a punto de subirse a un avión hacia un torneo panamericano sean muy fuertes. Tomás, que ya tuvo su bautismo panamericano en Río de Janeiro 2007, afirmó que tiene “mucha ansiedad y emoción por tener esta oportunidad”. Federico Díaz, que fue uno de los dos representantes argentinos en Guadalajara, comentó que también está ansioso, pero “no tanto porque no es lo mismo viajar una primera vez que una segunda, aunque seguro haya cosas que lo hagan una experiencia única”. Por el lado de los debutantes, Pablo se mostró muy emocionado por viajar por primera vez a los Juegos Panamericanos: “Es mi máximo sueño, así que estoy muy contento”. Bárbara, en cambio, destacó otro aspecto de la competición, la cual se trata del hecho de viajar en equipo. “Si bien es lindísimo viajar con exponentes del deporte argentino, me gusta saber que viajo con amigos”, añadió la única mujer porteña. Claro, el equipo hace aproximadamente tres años que entrena junto y los hombres se conocen desde chicos.
Más allá de las expectativas que se pueden tener por todo lo que implica viajar a un Juego Panamericano, los chicos contaron un poco sobre cómo se ven parados respecto al resto de los competidores. “Hoy por hoy nuestro punto más fuerte son los dobles, el objetivo está en hacer un buen papel y ganar la categoría”, enfatizó Díaz, mientras que Macagno, un poco más moderado, agregó que “con ganar un partido yo ya me vuelvo más que contento. Aunque sabemos que tenemos diferencia en la velocidad y en la precisión”. Ellos serán la dupla masculina, mientras que Tomás, señaló: “Sabemos lo que podemos dar y creemos que si damos un poquito más, ya con eso alcanza. Si logro hacer eso, para mí ya es un saldo positivo salga como salga el partido”.
Un dato que puede sonar como “ventaja” para ellos es que ya conocen a los rivales debido a las reiteradas ocasiones en las que se los han cruzado en torneos internacionales. Es por eso que saben las chances que tienen y comentaron: “No nos ponemos presiones, dado que las expectativas son pocas y sabemos a lo que vamos”. De todas maneras, el entrenador Roberto Bardeci contó que ve bien al equipo y que lo que les aconseja en cada momento es “que disfruten lo que hacen porque es una oportunidad única”.
Entonces, ¿cuál es el deseo de estos pequeños remadores que irán a demostrar su juego en Toronto? “Dejar todo y un poquito más”. Su sueño panamericano está a punto de comenzar.