La Selección le ganó a los locales 21-20 y finalizó el Mundial Junior en el 13° puesto, repitiendo la ubicación del último torneo disputado en Brasil 2015.
El Mundial Júnior masculino finalizó y Argentina terminó décimo tercera. En la 21° edición del Campeonato Mundial, el campeón fue España.
Los dirigidos por Guillermo Milano llegaron por tercera vez consecutiva a los Octavos de Final y cumplió el objetivo propuesto en la antesala del torneo. Allí consiguió tres triunfos, un empate y tres derrotas. Así finalizó 13° como había sido en el Mundial de Brasil 2015.
El comienzo del partido contra Argelia fue difícil porque se dio un 0-3 en los primeros minutos. Aunque con los goles de Moyano y Rosetto sumado a una mejora en la defensa y las atajadas de Forlino, Argentina descontó pero nuevamente Argelia convirtió otros tres goles. La entrada de Leo Werner hizo que los albicelestes lograran un parcial 5-1 y los dirigidos por Milano pasaron por primera vez al frente en el marcador.
Tras el 8-7 a favor y un cambio en el sistema defensivo por uno más abierto que le dio resultado agigantando la figura de Forlino en el arco, Argentina tuvo chances de estirar aún más la diferencia. Sin embargo, falló desde los 6mts y le dio vida al conjunto africano que envalentonado por la actuación de su arquero y con tres goles consecutivos volvió a pasar al frente si bien luego los Juniors llegarían a la igualdad en el cierre del primer tiempo.
Luego del empate en 11, los goles de Cantore y Nicolás Bono ilusionaron con la ruptura del partido de cara a los segundos treinta minutos, pero una vez más Argelia volvería a llevar el encuentro a una total paridad que se mantendría hasta los últimos minutos. A contrapartida de los primeros treinta, Argentina mejoró considerablemente en ataque con la aparición de Kevin Capurro -goleador nacional con 4- en el centro de la primera línea y Rodrigo Bonifacio en el pivot, pero bajó en la fase defensiva.
La baja efectividad desde los siete metros, otro punto bajo de la Selección a lo largo del Mundial, le permitió a Argelia volver a pasar al frente a diez del final aunque rápidamente con dos goles de Capurro y Bonifacio los Juniors retomaron la diferencia de uno, 20-19. Una atajada clave de Marco Krimer sobre un siete metros argelino, un nuevo gol de Capurro y una excelente defensa a dos minutos del cierre terminaron de concretar un triunfo que finalmente fue por la mínima y con sabor a revancha.
La realidad es que este torneo fue importante para que los jugadores argentinos tengan roce internacional y para dejar en evidencia que hay varios argentinos que están en condiciones de llegar al handball profesional en poco tiempo.
