Argentina venció a Paraguay por 96-63 en el inicio de las eliminatorias para China 2019. El equipo de Hernández rotó mucho y no presentó grandes fallas en su presentación realizada en La Rioja.
Definir el aporte de Luis Scola para el básquetbol argentino es algo complicado, prácticamente inexplicable. Más allá de la medalla de Atenas 2004, el podio en Beijing 2008, el subcampeonato en Indianapolis 2002 o el mero hecho de no sólo ser el máximo goleador con la camiseta nacional en el seleccionado mayor, sino también a nivel continental en competencias FIBA, su entrega es digna de ser remarcada.
Ante un nuevo método de clasificación para el Mundial de China 2019, Scola no optó por volver a la NBA para jugar un puñado de minutos mientras ganaba millones o mismo retornar a su casa europea en Baskonia, compartiendo equipo con otro Albiceleste (Patricio Garino). Luifa sorprendió a todos y optó por ir al país donde se jugará el certamen internacional en dos años, aún sabiendo que podría llegarse a retirar antes de la cita. Es que, a diferencia de la NBA y los equipos de la Euroliga, allí, en el exótico Shanxi Brave Dragons, tendría la chance de representar, al menos en un partido, al seleccionado argentino.
Así es, con 37 años y sin hito que quebrar, con la chance de negarse a semejante trajín para enfrentar a un rival menor como Paraguay, que fue vencido por 96-63 en La Rioja, el capitán demostró que lo mejor que dejaron los integrantes de la tan mencionada Generación Dorada fueron los valores. Atravesó medio planeta para hacer su aporte, demostrar el compromiso que hay que tener con los símbolos patrios, y volver a viajar hacia China ya que su equipo lo necesita para enfrentar su mala situación el próximo domingo
En el medio, más allá que Argentina podía sin él, Scola fue la gran figura del triunfo en casa. 22 puntos, 11 rebotes y seis asistencias en un equipo de larga rotación justificaron tanto viaje y entrega. Pero aún si no los hubiese conseguido, el eterno ‘4’ del plantel volvería feliz a Asia porque nuevamente dejó todo por el país.
En cuanto al juego en sí, el dueño de casa finiquitó la historia entre el segundo y tercer cuarto. Un 50-28 demoledor de la mano de Scola y Redivo (32) fue letal para la Albirroja, que hizo una buena presentación más allá de las limitaciones.
De esta manera, Argentina dio el primer paso hacia China 2019. El domingo jugará en Panamá sin su legendario capitán, pero con un grupo que entendió el mensaje: cuando juega la selección hay que dejar todo, no importa quien esté enfrente.