Olímpica en dos ocasiones y un sinfín de participaciones en torneos internacionales, la esquiadora de 29 años le puso punto final a una carrera de 15 años en el circuito profesional.
Al hablar de esquí en la Argentina, y de casi todos los deportes de invierno, el apellido de la familia Simari Birkner adquiere total protagonismo. Desde comienzos del nuevo milenio, ese apellido figuraba siempre en alguna parte de mundo donde hubiera nieve y una pista de esquiar. Sin embargo, otra familia nacida en Italia, pero con sus primeros recuerdos y experiencias en Argentina de a poco comenzaba a formar parte de la élite mundial del esquí alpino.
Julio Gastaldi se desempeñaba como instructor de esquí al momento del nacimiento de Nicol y Sebastiano. Con apenas escasos tres años de edad, la hermana mayor ya se calzaba los esquís, y a los seis se encontraba compitiendo en torneos locales, allá en Bariloche, ciudad que la vio crecer como futura representante del país en todo tipo de certámenes.
Para 2005, la familia viajó a Chapelco, Neuquén para competir en la Copa Sudamericana, donde Nicol comenzaba a mostrase al mundo y afianzar su apellido en el continente, participando en torneos nacionales en Las Leñas o Cerro Catedral, pasando por La Parva, Chile, alternando entre Copas Sudamericanas y torneos organizados por la Federación Internacional de Esquí (FIS).
Con buenos resultados, casi siempre dentro del top ten final, a comienzos de 2007 llegó la primera prueba lejos de casa, pero cerca a su vez. En Pozza di Fassa, Italia, Nicol vestía los colores celeste y blanco en una carrera para atletas junior, justamente en el país que la vio nacer. Hasta fines de marzo de aquel año, la esquiadora de 17 años viajó por diversas ciudades tanas, afianzándose en Slalom y Slalom Gigante, pero también con algunas pasadas en Super G.
Recién en 2008 conseguiría su primer podio: en La Molina, España durante la tradicional copa CIT, la ítalo-argentina se despachó con una medalla de oro con un puntaje total de 65.42. A partir de allí, las competencias continuaron en el país ibérico, pasando por Andorra, hasta la vuelta al dúo Argentina-Chile, donde sumó mayor roce internacional y hasta se dio el lujo de ganar un oro (Slalom) y una plata (Slalom Gigante) en el Entry League FIS de La Hoya-Esquel.
Dos años más tarde vendría la cereza del postre: por primera vez competía en Canadá, nada más y nada menos que en los Juegos Olímpicos de Invierno en Vancouver. En Whistler Creekside, Nicole tuvo una de cal y una de arena. En Slalom Gigante culminó con una buena actuación en el puesto 48°, con 99.72 puntos, mientras que en Slalom no logró completar la primera pasada.
Los años trascurrieron entre más torneos intercalando entre Europa y Latinoamérica, con grandes resultados y un buen número de podios, aunque esta vez, cuatro años más tarde de la primera experiencia olímpica, no pudo obtener la plaza para competir en Sochi 2014, aunque sí estuvo presente apoyando a su hermano menor Sebastiano, encargado de representar a la familia Gastaldi en un nuevo Juego Olímpico.
Sin embargo, la revancha volvería en 2018, para los Juegos de Pyeongchang 2018, donde Nicol tuvo la oportunidad de compartir con su hermano -abanderado de la Delegación Argentina- la segunda experiencia de cada uno, y con la familia entre los espectadores.
La esquiadora mejoró en Slalom Gigante (42° con 93.93), pero corrió la misma suerte en Slalom, al no terminar la pasada.
De esta manera, 14 años más tarde de su debut absoluto en Chapelco, Nicol, madura atleta de 29 años, le puso punto final a una carrera plagada de participaciones en torneos de la FIS, Copas Sudamericanas y Europeas e incluso dos presencias olímpicas, dejando la bandera argentina y el apellido Gastaldi en el podio nacional de aquellos que más aportaron para el crecimiento del esquí alpino en el país.
Foto: La Nación.
