
Se trata de Rodrigo López, medallista en Londres y Atenas.
Cada noche, a las 21, muchos argentinos y argentinas rinden un homenaje al personal médico que pone el hombro durante la cuarentena. Hay otros, sin embargo, que aportan su granito de arena desde otro costado.
En Entre Ríos, Rodrigo López, ganador de las medallas de bronce en Atenas 2004 y Londres 2012, amplifica el Himno Nacional desde la puerta de su casa para acompañar esos aplausos.
La idea surgió cuando López escuchó el Himno Nacional en un hotel cercano en su Colón natal. Cómo él no lo escuchaba con nitidez, decidió copiar la idea y alegrar a sus vecinos.
Tenía cinco años cuando un virus le afectó su habla y su audición por una parálisis cerebral. Sin embargo, eso no le impidió continuar con el ciclismo. Tanto que con el correr de los años, y con la ayuda de sus familiares, amigos y vecinos, construyó una enorme carrera y se convirtió en uno de los símbolos del deporte adaptado.