El protocolo presentado por el squash
La Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Squash Rackets confeccionó un protocolo para la vuelta a la actividad del deporte. A continuación, los puntos más importantes.
Dicho protocolo elaborado por la AASR podrá ser utilizado por las asociaciones regionales y referentes del squash del interior del pais, o ser tomado como referencia al momento de presentar en cada región a las autoridades correspondientes.
Se establece un máximo de dos personas por cancha, resultando un factor de ocupación superior a 60 m2, dado que la cancha tiene una superficie de 62,4 m2.
Podrá ingresar a la cancha un jugador. El jugador será el único en contacto con la pelota y podrá practicar ejercicios de control individuales, acompañado por su entrenador, que se ubicará detrás del vidrio fuera de la cancha y podrá únicamente impartir ejercicios técnicos, sin tener contacto con la pelota, y respetando la distancia social requerida entre ellos.
Cada persona deberá contar con un kit de desinfección. Antes de iniciar el juego se deben limpiar las canchas con los desinfectantes
recomendados y una vez terminada la práctica desinfectar nuevamente.
No estará permitido el “tercer tiempo” y no estarán disponibles en las instalaciones dispenser de agua, vasos, toallas. Los jugadores deberán llevar sus propios elementos de hidratación e higiene.
No estará habilitados los vestuarios ni duchas, el jugador deberá llegar con la vestimenta deportiva y retirarse inmediatamente terminado su turno de cancha.
Los jugadores deben desinfectar manos, bola, raqueta y lentes antes de comenzar del juego. Se debe desinfectar el calzado de calle, las zapatillas de squash deben transportarse en el bolso y utilizarlas para ingresar a la cancha.
Los jugadores deben evitar tocarse la cara y los ojos durante la sesión. Si las gafas necesitan ser limpiadas, debe usarse el kit de desinfección apropiado traído por el jugador.
En la entrada de cada cancha utilizar dos trapos de piso: uno con agua con
lavandina y uno seco.