El doble par ligero de Kraljev/Silvestro logró la tan ansiada clasificación a los Juego de Tokio gracias a ganar la Final A en el Preolímpico de Río de Janeiro.
El Preolímpico de Remo en Río de Janeiro llegó a su fin y un bote argentino logró el boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Se trata del bote de la dupla constituida por Milka Kraljev y Evelyn Silvestro quien logró el boleto gracias a su primer lugar en la carrera de la Final A del doble par ligero.
Por su parte, Sol Ordás se quedó en la puerta de lograr la clasificación, tras finalizar sexta en la final del single femenino -en la que clasificaban los cinco primeros-. Asimismo, Axel Haack, pese a terminar tercero la final del single masculino (los cinco primeros lograron el pase a los Juegos), no se clasificó debido a que la competencia entregaba solamente una plaza por país. Para obtener dos, debían ganar sus respectivas pruebas, algo que no sucedió con el argentino.
Finalmente, el doble par masculino con la representación de Alejandro Colomino y Carlo Lauro tampoco logró obtener la clasificación tras finalizar quintos.
Kraljev: remando, siempre remando
En épocas de pandemia, la remera argentina sufrió un revés en su entrenamiento deportivo. En su departamento los vecinos se quejaban. Esos mismos escuchaban ruidos molestos provenientes de su residencia. Esos ruidos eran su bicicleta fija y su remoergómetro, un aparato que se usa a modo de entrenamiento simulando estar remando con el peso indicado y al ritmo que cada deportista solicita.
Quizá el ruido de las cintas sea molesto, pero nada puede hacer un atleta ante este problema. Si bien el consorcio se expresó al respecto y le comunicó que, por época de cuarentena, debía suspender el entrenamiento por los obvios motivos. Milka dio el ok, pero enseguida dejó un papel en el ascensor comunicando quién era, por qué hacía el ruido que hacía y que era muy probable que siguiera haciéndolo.
El dato es que algunos vecinos se apiadaron de ella y otros no. La cuestión es que pudo continuar con el entrenamiento cotidiano.
Hoy, ese entrenamiento y esa perseverancia le ha rendido frutos. Participar en un Juego Olímpico debe ser el sueño de cualquier atleta. Más aun teniendo en cuenta el modo de clasificación que posee un preolímpico de la talla de este deporte.
Pero Milka es sinónimo de esfuerzo con una familia a cuestas y las ganas de seguir progresando. Tal es así que en los Juegos Panamericanos de Lima en 2019 se ubicó segunda.
Ahora comenzará otra preparación (o no); la de aprender japonés. Porque junto con su gran compañera Silvestro viajarán con la delegación, que se sigue expandiendo, rumbo a tierras del Sol Naciente.
Silvestro: se rema en silencio
Evelyn nació en Zárate. La ciudad es cuna de deportes acuáticos, y el remo no es la excepción. Se vino más cerca para poder entrenar y darle duro a la preparación de lo que fue la frutilla del postre: la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Quizá la pandemia la haya relegado de todo lo que pudo haber sido un Juego en el momento indicado. Hoy el tiempo le dio otra mirada: la de poder seguir entrenando en época de cuarentena y así llegar de la mejor forma a lo que fue el Preolímpico de Río de Janeiro. El viernes último mostró, junto con su compañera, que remar no es para cualquiera.
La disciplina y la concentración que genera el remo es algo impresionante. Por eso se dice que el sprint inicial es fundamental. Salir concentrado le da vigor a la carrera. Algo que tuvo el doble par ligero el viernes en el lago que fue sede en los Juegos Olímpicos de Río en 2016.
En silencio, Silvestro siguió su sueño y hoy lo cumplió. El anhelo de remar hacia los logros poco a poco va tomando forma.
También se suma el trabajo realizado por la A.A.R.A., quien ha sido fundamental para que este logro sea concreto.
Foto: El diario de Carlos Paz.