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«El club es nuestra segunda casa»

Así describe Joan Sepúlveda, entrenador en el Club Quintana de Lanús Oeste, a la institución y cuenta su experiencia de entrenar en el contexto de pandemia en el Velódromo.

Por Romina Miranda

Es sabido que el Covid-19 cambió todos los planes en la vida y los clubes de barrio fueron de los que más padecieron. Debieron cerrar sus puertas, y en el 2020 entrenar por Zoom. En este 2021 pueden entrenar al aire libre, aunque hay instituciones que no cuentan con ese espacio.

Joan Sepúlveda es profesor de educación física y entrenador de básquet en el Club Social y Deportivo Presidente Quintana en Lanús Oeste. Esta institución tiene casi 100 años de vida y alberga diferentes deportes.

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En el caso de Sepúlveda y de los jugadores y jugadoras que entrena, lo hacen en un lugar alternativo: en el Parque Municipal Eva Perón, o como se conoce como el Velódromo de Lanús.

El docente expresa sobre la actual situación del deporte amateur: «Lamentablemente, el cierre nos perjudica en que no tenemos un lugar de pertenencia. Estamos entrenando al aire libre, con las posibilidades que nos brinda el Velódromo».

Al tener este lugar para entrenar, hay que trasladar todos los elementos y la ayuda de la familia del básquet es esencial. «Nosotros, en particular, tenemos la posibilidad de tener aros para tirar. Hay un papá, un delegado, que se encarga de llevar las pelotas», explica el entrenador.

Pero, ¿cuál es el principal rol del club? Y ¿en qué se diferencia a entrenar en un lugar externo a Quintana? «Teniendo el club tenemos nuestro segundo hogar, nuestro horario. Es un lugar donde los papás pueden dejar a los chicos seguros de que no pasará nada. Estábamos trabajando con protocolo, con la cantidad correspondiente de jugadores en la cancha, pero por cuestiones de la pandemia, nos tocó esta triste realidad».

Entrenar en otro lado y al aire libre obligó al cambio de horarios porque los más pequeños con la entrenadora lo hacían martes y jueves de 18 a 20 en el club, mientras que los más grandes con Sepúlveda de 20 a 22 y, actualmente, la realidad es otra. «Nos gustaría que se vuelvan a abrir los clubes porque hay chicos que no pueden o no quieren entrenar al aire libre. La mayoría por suerte va. Aunque algunos no por miedo o por el horario ya que entrenamos en unos que no nos corresponden siempre. Porque estamos entrenando dos veces por semana al mediodía cuando lo hacíamos por la noche. Y no todos los papás pueden llevar a los chicos en ese horario que estábamos acostumbrados a utilizar siempre».

Quintana, afortunadamente, pudo conseguir el Velódromo para continuar con el básquet. No son muchos los clubes que pueden conseguir esta alternativa y continuar con el básquet, sobre esto Sepúlveda detalla: «Es diferente trabajar al aire libre, que no es malo, pero nosotros tenemos esa posibilidad de tener aros para poder hacerlo. Hay muchos clubes que no tienen aros o cancha al aire libre y lo hacen por Zoom. Que no es lo mismo tampoco porque hay jugadores que no tienen conexión, que no les llama mucho la atención y se complica».

Por último, el entrenador realizó un pedido: «Ojalá que puedan abrir los clubes, que podamos continuar con el perfeccionamiento y buscarle ese refugio de segundo hogar para estar cómodos y llegar al objetivo que es divertirnos y mejorar con el deporte que amamos».

Foto: Instagram Básquet Quintana

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