En junio buscará el tan ansiado boleto que la deposite a Giselle Muñóz en otro Juego Paralímpico, cuando dispute el preolímpico de tenis de mesa.
Por Joaquín Finat
En el currículum de Giselle Muñoz hay cinco Juegos Paralímpicos, aunque este año podría agregarse uno más si consigue el boleto en el Preolímpico de tenis de mesa que se desarrollará en junio.
«Jugar un sexto juego sería un sueño. Soy la primera por ranking en el torneo y eso tiene su peso», advierte la jugadora que descubrió su pasión por el tenis de mesa en CEDIMA de La Matanza.
Pasaron muchos años de aquella invitación para jugar a un deporte que nunca había practicado. Lo suyo, en ese entonces, era la natación. «La primera paleta la agarré a los 12 años y a los 13 ya estaba federada. A los 14 viajé a Estados Unidos», recuerda.
En ese recorrido, que comenzó en Sidney 2000, Giselle Muñoz disfruto cada participación paralímpica y destaca Río 2016 como el mejor. «Lo disfruté mucho porque fui a jugar sin presión y conseguí mi mejor resultado», recuerda.
Giselle Muñoz quiere sumarse y acompañar a los argentinos que ya tienen el boleto para Tokio: Constanza Garrone, Mauro Depérgola y Gabriel Copola. Para eso deberá obtener un buen resultado en Eslovenia, a donde viajará junto a Fernando Eberhardt, Elías Romero y Aleksy Kaniuka.
«Para llegar a Tokio tengo que ser campeona. Vengo trabajando muy bien la parte técnica, física y psicológica, y quiero cubrir todos los ámbitos para que se pueda dar como espera», reconoció Giselle, de 36 años, en Paradeportes Radio, el programa del deporte adaptado, inclusivo y paralímpico argentino.
Foto: Google
