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Olimpicado, día 3

Una doctora en Matemáticas que se consagró campeona, dos medallistas muy jóvenes en skate, y un campeón olímpico que representa a las minorías. Enterate acá de todas las perlitas de Tokyo 2020 que pasaste por alto en las últimas horas.

Bendita juventud

Este lunes, se llevó a cabo en Tokyo el primer evento de skateboard femenino de la historia en un Juego Olímpico, con el desarrollo de la prueba callejera. El evento fue noticia no solamente por esta situación histórica, sino porque, además, contó con medallistas muy jóvenes: la campeona, la japonesa Momiji Nishiya, y la medallista de plata, la brasileña Rayssa Leal, tienen ¡13 años! El podio lo completó otra japonesa, Funa Nakayama, de 16 años.

Por si el simple hecho de saber que las dos mejores de la competencia superan sólo apenas la docena de años no resulta tan impactante, se lo puede ver de otra forma. La estadounidense Alexis Sablone, que fue cuarta en la final, tiene 34 años; esto quiere decir que Nishiya y Leal, con sus edades combinadas, ¡no la alcanzan! Dos prodigios del skate, sin lugar a dudas, que muy probablemente generen una explosión de la disciplina en los próximos años.

La doctora que fue campeona olímpica

No, no se trata de una doctora relacionada con la medicina. La referencia es a Anna Kiesenhofer, la austríaca que hizo historia al consagrarse campeona en la prueba de ciclismo de ruta, dándole la primera medalla de la historia en ciclismo a su país, además de lograr el primer oro olímpico desde Atenas 2004.

Kiesenhofer sorprendió a todos ya que no era candidata, ni mucho menos. En 2017, dejó la actividad por un tiempo, cuando ya había corrido algunas carreras como profesional, y se dedicó a su otra pasión: las matemáticas. Porque Anna es doctora en matemáticas aplicada, de la Universidad Técnica de Viena, y con un máster obtenido en la Universidad de Cambridge, nada menos.

Sin embargo, siguió corriendo de manera amateur, y terminó clasificando a Tokyo 2020, donde sorprendió al mundo, e incluso a sus propias rivales; la neerlandesa Annemiek Van Vleuten, cuando llegó a la meta, alzó los brazos, festejando un título que creía haber obtenido. Sin embargo, nadie se había percatado de la llegada previa de Kiesenhofer, que sobrevivió a la fuga, y terminó logrando una histórica consagración. Sin dudas, una de las historias destacadas de los Juegos Olímpicos de Tokyo.

La diversidad sexual, presente en el podio

Este lunes comenzó la acción en la disciplina de Saltos ornamentales, con la competencia masculina de saltos sincronizados en plataforma 10m. El oro se lo llevó Gran Bretaña, gracias a Matty Lee y Tom Daley, que superaron ajustadamente a los chinos Yuan Cao-Aisen Chen, en una competencia que casi siempre había sido dominada por los asiáticos (ganaron 5 de las 6 competencias previas en esta categoría).

Sin embargo, la noticia no fue solamente este histórico resultado deportivo para Gran Bretaña: Daley se convirtió en el segundo campeón olímpico hombre en ser abiertamente homosexual, o mejor dicho, en su caso, bisexual. Matthew Mitcham, también saltador, fue el primero en hacerlo, en Beijing 2008. Daley, que ostenta también 2 medallas olímpicas de bronce (una en Londres 2012 y una en Rio 2016), se declaró bisexual en 2013, y desde 2017, está casado con el director y productor Dustin Lance Black, con quien tiene un hijo, Robert Ray.

«Me siento increíblemente orgulloso de decir que soy gay y también campeón olímpico. Cuando era más joven, pensé que nunca lograría nada por ser quien era. Ser campeón olímpico ahora solo demuestra que puedes lograr cualquier cosa», declaró tras lograr la medalla dorada.

Foto: Clive Rose

La derrota de una histórica

Desde su aparición en Londres 2012, cuando ganó el oro en los 800m libre con solo 15 años, Katie Ledecky se ha transformado en una de las figuras históricas de la natación. En Rio 2016 repetiría título, y además extendería su reinado a las pruebas de de 200m y 400m libre (también logró un oro y una plata en las postas). A esto, hay que sumarle otras 15 medallas de oro y 3 de plata en mundiales.

Llegó a Tokyo 2020 con la expectativa de defender sus títulos. Sin embargo, en su primera final, se encontró con una rival que le resultó insuperable: Ariarne Titmus, otra figura emergente de la natación. La australiana ya la había vencido en la final de los 400m en el mundial 2019, y repitió en Japón: en una carrera increíble, Titmus logró superar a la estadounidense en los 100m finales, para terminar ganándole por 0.67s.

Primera derrota para Ledecky en una final individual en los Juegos Olímpicos, y apenas su tercera en una competencia grande (Mundial-Juegos); la otra fue en el Mundial 2017, cuando perdió la final de los 200m libre a manos de Federica Pellegrini. La rivalidad Titmus-Ledecky promete tener más capítulos, ya que ambas podrían enfrentarse en las finales de los 800m y 1500m libre; los amantes de la natación, más que satisfechos.

Una lucha contra su pasado

Kimia Alizadeh es una taekwondista iraní, que en Rio 2016 logró la medalla de bronce en la categoría -57kg, con una particularidad: compitió utilizando hiyab, el velo que utilizan las mujeres musulmanes, algo a lo que fue obligada. En esa competencia, Alizadeh representó a su país; sin embargo, en enero de 2020, se mudó a Europa permanentemente, alegando que sufrió sexismo institucional, y que fue utilizada por las autoridades por fines propagandísticos. Por eso, a Tokyo 2020, asistió como representante del Equipo Olímpico de Refugiados (EOR).

Su camino en estos Juegos empezó de manera particular: el sorteo, como si fuera una señal, la mandó a luchar contra una compatriota Nahid Kaini; Alizadeh ya no utiliza el hiyab para luchar, pero Kaini si lo hizo, con lo que fue, prácticamente, una lucha contra su pasado. Alizadeh se impuso 18-9, y llegaría hasta semifinales, pero perdería este combate y también la lucha por el bronce, con lo cual quedó a las puertas de una nueva medalla, que hubiera sido la primera medalla de la historia para el Equipo Olímpico de Refugiados.

«Durante años jugaron conmigo como quisieron, me vestí como me dijeron. Mis medallas la atribuyeron al velo obligatorio», declaró cuando dejó su país. De alguna manera, la suya en Tokyo, fue una victoria más allá de lo deportivo: le ganó a todo un sistema opresor de la mujer, como lo es el iraní.

Kimia Alizadeh, luchando ya sin el hiyab, representando al Equipo Olímpico de Refugiados

Pionera en su país

En la previa de Tokyo 2020, Filipinas había participado en un total de 21 Juegos Olímpicos, logrando un total de 10 medallas, pero sin poder conseguir una dorada. Esto cambió este lunes en Japón, gracias a Hidilyn Díaz. La pesista de 30 años, subcampeona olímpica en Rio 2016, cortó con la mala racha al consagrarse campeona en la categoría -55kg, levantando un total de 224kg, lo que significó, además, un nuevo récord olímpico, derrotando por apenas 1kg a la china Qiuyun Liao. 26 de julio, fecha inolvidable para Díaz y para toda Filipinas.

Foto: Martín Waichman

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