La vestimenta en la rama femenina del beach handball venía generando polémicas desde hace ya varios años. Es por eso que la Federación Internacional de Handball (FIH), decidió actuar en consecuencia y buscar asegurar la comodidad de las jugadoras.
Las jugadoras de beach handball debían vestir una bikini de dos piezas, compuesta por un top deportivo sin mangas, y una prenda inferior que no podía superar los 10 centímetros de ancho en cada uno de sus lados. Lo imponía el reglamento y muchos fanáticos, a medida que el deporte comenzó a popularizarse comenzaron a alzar la voz al marcarlas como arcaicas
Por tal motivo, las protestas de las diferentes asociaciones tenían que ver con una vestimenta desigual entre géneros: mientras las mujeres debían vestirse con prendas pequeñas y que dificultaban la práctica del deporte, los hombres lucían shorts y camisetas amplias que priorizaban su comodidad.
Estos constantes pedidos en torno a la revisión de las regulaciones también tienen que ver con una situación en la que las mujeres eran sexualizadas a partir de su vestimenta.
De hecho, la FIH había protagonizado recientemente un episodio bastante polémico con el seleccionado femenino de Noruega. El combinado nórdico había accedido al partido por el bronce en el último Campeonato de Europa y sus jugadoras habían decidido participar con shorts en lugar de la parte inferior de la bikini que se encontraba reglamentada. Por ese acto de “rebeldía” fueron multadas con 1.500 euros.
Lo concreto es que después de varios años de polémica en torno a la vestimenta de las jugadoras, el beach handball femenino finalmente podrá ser disputado con shorts y camisetas. Las federaciones europeas, por su parte, celebraron esta decisión que se comenzará a poner en práctica a partir de las próximas competiciones.
El beach handball en Argentina, logró notoriedad gracias a la excelente participación tanto de las chicas como de los chicos en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires allá por 2018
Por ese entonces, la polémica por la vestimenta de las mujeres ya había tenido lugar a partir de las redes sociales, pero el problema se había desactivado a partir de las declaraciones de algunas jugadoras que aseguraban sentirse cómodas compitiendo de esa forma.
La realidad es que la FIH tomó una decisión acertada al permitir que las jugadoras de beach handball tengan la chance de optar por su vestimenta, por lo que el deporte seguramente seguirá creciendo y ganando popularidad alrededor del globo.
Foto: Diario Olé