La secretaria de prensa de la Casa Blanca anunció que no habrá representantes del gobierno estadounidense en Beijing, sede del evento. El boicot no afectará a los deportistas, que sí asistirán
Este lunes, el gobierno de Estados Unidos anunció que realizará un boicot diplomático contra los Juegos Olímpicos de Invierno, que se realizarán en Beijing, en febrero de 2022. Esta decisión implica que no habrá ningún representante diplomático del gobierno norteamericano presente en el país asiático. Sin embargo, no se verá afectada la presencia de los deportistas.
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La decisión se basa en las violaciones a los derechos humanos que se dan en China. “La representación diplomática estadounidense trataría estos Juegos como si nada hubiera pasado, a pesar de las flagrantes violaciones de los derechos humanos y las atrocidades de China en Xinjiang. Y simplemente no podemos hacer eso”, explicó Jen Psaki, secretaria de prensa de la Casa Blanca. Sin embargo, ratificó que “Los atletas del equipo de EE. UU. cuentan con todo nuestro apoyo. Los apoyaremos al 100 por ciento mientras los animamos desde casa”.
El boicot, por supuesto, ya tuvo sus primeras repercusiones en China. Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, declaró que “si los Estados Unidos quieren hacer las cosas a toda costa a su manera, China tomará contramedidas firmes. Insisto en que los Juegos Olímpicos de Invierno no son un escenario para adoptar posturas políticas y manipular”. Por su parte, el Comité Olímpico Internacional (COI) expresó que “La presencia de funcionarios gubernamentales y diplomáticos es una decisión puramente política de cada gobierno, que el COI, en su neutralidad política, respeta plenamente”.
De esta forma, vuelve a darse un boicot a los Juegos Olímpicos por primera vez en 34 años. En Seúl 1988, Corea del Norte, Albania, Cuba y Etiopía no estuvieron presentes por motivos políticos. Los boicots más recordados, por supuesto, son el de la Unión Soviética a Los Ángeles 1984, y el de Estados Unidos a Moscú 1980. Si bien en esta ocasión, el boicot no será deportivo, sino meramente diplomático, no deja de ser un gesto fuerte, que podría traer consecuencias políticas.
Foto: Reuters