Lucas Moscariello, pivote de Los Gladiadores y del Montpellier de Francia, hizo un análisis de su año. Los torneos con la Selección, su adaptación a Francia, y sus objetivos de cara a 2022
Comparado con el 2020, y a pesar de que la pandemia del COVID aún no ha terminado, el 2021 fue un año bastante más aceptable. Así fue también en el caso de Lucas Moscariello, el pivote de Los Gladiadores, que tuvo un año bastante movido. Mundial y Juegos Olímpicos con la Selección Argentina de handball, además de pegar el salto al handball francés, más precisamente al Montpellier, fueron los eventos destacados para “Mosca” esta temporada.
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El comienzo del año fue a todo trapo, con el Mundial de Egipto, que significó la mejor participación mundialista de la historia para Los Gladiadores, con un gran 11° puesto. Sin embargo, aún con este hito, quedó un sabor amargo por la derrota ante Qatar, sobre el final del partido, que privó al elenco argentino de meterse entre los 8 mejores del mundo.
“Más allá del trago amargo del último partido, tuvimos un balance positivo. Le ganamos a una potencia como Croacia, también a Japón, que es un equipo difícil. Hicimos buenos partidos, incluso con Qatar, les sacamos 6 goles en el primer tiempo, y 4 en el segundo. Por diferentes motivos no pudimos, quizás un poco de nervios e inexperiencia de estar tan cerca de algo histórico”, analiza Mosca, sobre esa gran actuación mundialista de Argentina.
Y más adelante, llegaría el turno de los Juegos Olímpicos de Tokyo, los terceros de la historia para la selección masculina de handball. “Los Juegos Olímpicos no se dieron como esperábamos, quizás porque después del Mundial íbamos con expectativas muy altas, sin tener en cuenta que en el grupo teníamos equipos muy difíciles. La espina fue el partido con Brasil, no jugamos para nada bien. Si analizamos los otros partidos, le plantamos cara a Francia, Noruega, y eso es más que aceptable”. Claro, el Mundial dejó la vara alta, pero compartir el grupo con Francia, Noruega, España, Alemania y Brasil complicó muchísimo las chances de avanzar del combinado nacional.
La Starligue, un nuevo desafío
Fue un año movido para Moscariello el 2021. Ya desde febrero sabía que, en la temporada 2021-22, tendría la enorme oportunidad de jugar en el Montpellier de Francia, uno de los mejores equipos de Europa. “Estoy viviendo otro sueño, jugar en un equipo tan grande como el Montpellier, y una competencia europea como es la Champions, que era otros de mis objetivos. El presente es algo raro, porque estamos muy bien en la Champions, primeros en el grupo, y en la liga no se están dando los resultados. Se siente la presión de tener que estar en los primeros puestos. Al ser muchos chicos nuevos, al principio nos costó, pero de a poco nos vamos sintiendo mejor, y se va notando en el juego. Todo está fluyendo un poco más”.
A pesar de lo importante de jugar en un equipo de este calibre, no todo fue color rosa para el pívot, que no tuvo una adaptación fácil. “Costó al principio adaptarse a un país nuevo, el idioma. También la liga es distinta, jugar 2 veces a la semana. De a poco me fui adaptando, encontrando mi rol, sintiéndome mejor. Eso hizo que todo vaya mejor, la vida, la relación con tus compañeros y con el club. Por suerte ya me siento mejor”. Y en esa adaptación, fue importante tener como compañero a Diego Simonet. “No se como hubiese sido sin él. Me ayudó un montón con muchas cosas del club, de la casa, de la ciudad. Me ayudó a entender mejor el juego. Que esté Diego acá es un golazo, porque te da una mano terrible para adaptarte rápido”.
Como bien marca el ex Cideco y Sedalo, uno de los factores que condicionaron su adaptación fue la diferencia entre la liga francesa y la liga española, donde venía jugando los últimos años. “Es una liga muy física. Se corre mucho más, hay mucho más choque uno contra uno, gente más grande y defensas más duras. Se juega muy táctico, como en España, pero a la vez es más físico, entonces es duro. Vayas donde vayas es un partido difícil, todos tienen buenos equipos”.
Un nuevo ciclo en Los Gladiadores
Año de cambios para Moscariello, en lo personal, pero también para Los Gladiadores. Luego de los Juegos Olímpicos, Manolo Cadenas dejó su cargo como DT, y en su reemplazo asumió Guillermo Milano, quien era su asistente. Sobre eso también habló “Mosca”: “Me pone muy contento que Guille tenga esta oportunidad, después de tantos años en el cuerpo técnico. Es una persona que sabe mucho de handball, se informa mucho, aprende de otros entrenadores. Tenemos una muy buena relación con él, y que sepa escuchar y aprender de los jugadores nos va a ayudar como grupo y como equipo”.
El hecho de que Milano haya sido ayudante de Cadenas durante su ciclo, para Lucas, permitirá seguir en la misma línea. “Con Manolo, lo mejor que tuvimos fue saber explotar las individualidades, y eso ayudó al equipo. Me parece que el trabajo de Guille va a ir por ese lado. Tuvimos el torneo preparación antes del Mundial donde estuvo Guille, porque no pudo estar Manolo, y me gustó como se manejó. Nos dio esa confianza para que podamos opinar, ayudarlo y ayudarnos entre todos para rendir de la mejor manera. Va a ser algo interesante”, opina “Mosca”.
Y el primer desafío para Milano al frente de Los Gladiadores será el Torneo Centro-Sur, en enero, en busca de una de las 3 plazas para el Mundial 2023. “A priori, como hay 3 plazas, y siempre venimos disputándola con Brasil y Chile, la clasificación estaría un poco realizada. El objetivo va a ser tratar de ensamblarnos al juego que va a querer Guille, acostumbrarnos a él, que todos podamos aportar. Siempre cuando jugamos un sudamericano o un panamericano buscamos ganarlo, y ahora con otro gustito que va a ser la revancha con Brasil después de los Juegos”.
Son momentos de crecimiento para el handball argentino, y no solo en la rama masculina. El gran Mundial que hizo La Garra en España así lo demostró, y es algo que no fue ajeno para Los Gladiadores. “Lo de las chicas por ahí no se vio reflejado en los resultados, pero quienes vieron los partidos y conocen la historia del handball argentino se dieron cuenta de que hay un crecimiento notorio. Jugar de igual a igual partidos contra equipos como España, Japón, Brasil, no es para nada fácil. Antes ibas a jugar esos partidos sabiendo que ibas a perder por muchos goles, y hoy prácticamente le plantas caras los 60 minutos”.
Sin embargo, este crecimiento de las selecciones no se ve reflejado en la realidad cotidiana del handball en nuestro país. Y sobre eso, hace un análisis “Mosca”. “Lamentablemente no hay apoyo en el país, no hay una liga fuerte. Los jugadores no tienen el roce que se necesita para esta clase de partidos. Eso se ve reflejado en lo que hicimos nosotros en un principio, irnos a jugar afuera para tratar de aprender, seguir creciendo y llevar eso a la Selección. Eso las chicas lo están haciendo, y se ve reflejado en el juego y en los resultados. Si el handball argentino no va a tener una liga profesional, algo que es muy difícil, la clave es que se vayan a jugar afuera. Ahí va a estar el futuro de las selecciones argentinas”.
El 2022, con nuevas ilusiones
Sin dudas, el 2021 fue un año más que positivo para Lucas Moscariello, con 2 torneos grandes con la Selección, y el paso a uno de los mejores equipos de Europa. Sin embargo, no se conforma, y va por más en la temporada 2022, que comenzará con el Torneo Centro-Sur en enero. “Con Los Gladiadores, me gustaría que tengamos un buen torneo en Recife. El grupo viene haciendo las cosas bien hace muchos años, nos conocemos, Guille nos puede seguir aportando cosas, podemos seguir mejorando. Obviamente intentaremos ganar el torneo, pero tengo ganas de que el grupo y el equipo funcione, y podamos jugar bien”.
Después de un 2021 muy cargado, el 2022 será más “tranquilo” a nivel selección. Por eso, también hay muchas expectativas por parte del pivote argentino de lo que pase con el Montpellier. “A nivel personal, me pude sentir mejor este último tiempo, vengo teniendo bastantes minutos. Me gustaría consolidarme, aportar más al equipo. En lo grupal, que nos empiece a ir bien en el campeonato, que es la deuda pendiente, y mantener el nivel en la Champions, que lo venimos haciendo muy bien”.
Foto: Martín Waichman