En el aniversario número 50 del atentado de Múnich, los familiares de las víctimas decidieron no acudir al homenaje que realizará Alemania.
50 años pasaron desde el atentado en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972. Aquellos Juegos pasaron a la historia, no por resultados deportivos, ni por la aparición de la mascota olímpica, sino por el ingreso del grupo terrorista Septiembre Negro, oriundo de Palestina. Sin embargo, Alemania realizará un homenaje para aquellos atletas fallecidos; no obstante, los familiares decidieron no acudir, luego de varias semanas de negociaciones.
Lo cierto es que, por más que pasaron 5 décadas, la muerte de los once atletas israelíes todavía no está del todo clara. Es por ello que los familiares le transmitieron una carta al primer ministro bávaro, en muestra de su descontento. En resumidas palabras, lo que ellos sostuvieron es que en 50 años solo hubo mentiras y encubrimientos por parte de Alemania y de la región de Baviera. Sin embargo, las objeciones de los familiares de las víctimas no quedó ahí: también le pidieron al presidente de su país, Isaac Herzog, que no presenciara el homenaje.
¿Por qué la muerte de los atletas israelíes no es clara?
En 1972, la policía alemana era muy inexperta. Luego del Tratado de Versalles, el país europeo no podía usar sus fuerzas militares. Eso generó que la policía de Múnich fuera la encargada de llevar adelante el operativo para rescatar a los atletas: todo salió mal. Luego de una emboscada, donde los terroristas se dieron cuenta de que les tendieron una trampa, los nueve atletas fueron asesinados, junto a tres integrantes del grupo Septiembre Negro y un policía.
Sin embargo, con el correr del tiempo, se supo que tan solo tres atletas fueron asesinados por el jefe del grupo terrorista, llamado Issa. Por otra parte, los otros 6 deportistas, que estaban ubicados en un helicóptero, no se sabe a ciencia cierta qué ocurrió. Es más, existe la posibilidad de que algunos francotiradores, de poca experiencia, asesinaran a los israelíes, en su afán de salvarlos.
Por otro lado, también hubo un pésimo manejo de la situación desde el gobierno alemán. Luego de la balacera, se le dijo al presidente de Israel, Zalman Shazar, que el operativo había sido todo un éxito. Tres horas después de informar eso, se conoció la verdad. El Comité Olímpico Internacional decidió suspender las actividades solo por ese 5 de septiembre, en el resto de los días el show continúo, pero se izaron las banderas a media asta, en homenaje a los 11 atletas fallecidos.
