A estadio colmado, los dirigidos por Matías Lucuix empataron 2-2 ante Egipto y esperan por el próximo partido de la zona con el objetivo de avanzar de fase.
El representativo argentino, uno de los favoritos a disputar la medalla dorada, no solo por su condición de local sino también por la calidad de sus jugadores, tuvo el apoyo de todo el estadio, que nunca dejó de vivar y cantar, para revertir una desventaja de dos tantos y terminar rescatando un punto en el epílogo del partido.
En un encuentro parejo y con situaciones de gol en las dos áreas, Egipto fue más preciso y contundente, con lo cual logró ponerse en ventaja con goles marcados por Moamen Morsy y Belal Hassan, generando desconcierto, nerviosismo e imprecisiones en el manejo del balón por parte de los locales.
En la segunda parte, Argentina intentaba llegar al descuento pero equivocaba los caminos para poder doblegar a la defensa egipcia.
Fuente: Buenos Aires 2018
Foto: AFA