El equipo argentino consiguió un histórico cuarto puesto en la Copa del Mundo de Israel. Los resultados no fueran casualidad. Son el producto de años de trabajo.
Por Joaquín Finat
(@joacofinat)
El tenis sobre silla de ruedas comenzó con un proceso de cambio muy importante en los últimos 15 años en la Argentina. Está cada vez más profesionalizado y los resultados están a la vista: Gustavo Fernández es el número dos del mundo y Nicole Dhers está en la cima del ranking en Juniors. Esos resultados, además, se reflejaron el último fin de semana, en la Copa del Mundo que se desarrolló en Tel Aviv, Israel, donde el equipo masculino tuvo una histórica actuación.
Por primera vez en la historia, el equipo de adultos, compuesto por Gustavo Fernández (2ª en el ranking), Agustín Ledesma (15) y Ezequiel Casco (42), se clasificó a las semifinales. Allí, se encontró con la dura Francia, que tiene dos Top Ten: Stephane Houdet (3) y Nicolas Peifer (8). Argentina estiró la serie hasta el tercer y último punto, pero no pudo seguir avanzando. Tampoco pudo con Japón, que tiene a Shingo Kunieda, el mejor del mundo. Un valioso cuarto puesto que invita a seguir soñando y creciendo.
Antes, Argentina había conseguido ganar sus tres primeros encuentros: 3-0 frente a Israel, 2-1 ante Sudáfrica y emotivo 2-1 contra Holanda. Un esforzado triunfo que llegó cuando Scheffers la tiró larga y provocó el emocionante abrazo entre los doblistas Fernández y Ledesma; y el entrenador Fernando San Martín.
“Son muchos años de lucha y de trabajo. La emoción no se puede ocultar porque esto confirma que el tenis adaptado sigue creciendo día a día. El esfuerzo está dando sus frutos”, indica Oscar Díaz, coordinador de la Asociación Argentina de Tenis Adaptado, fundada el 9 de agosto de 1997. En aquel entonces, había apenas siete tenistas en el país. Hoy, esa cantidad aumentó considerablemente. Ya hay escuelas en Salta, Neuquén, Mendoza, Tucumán, Santiago del Estero, Misiones, La Rioja y Córdoba, entre otros; como también existen decenas de filiales en la provincia de Buenos Aires.
El éxito de Gustavo Fernández fue, sin dudas, un aliciente. “Un crack como ‘Gusty’ no se hace de un día para el otro. Lleva un tiempo. Él comenzó como un proyecto cuando tenía 12 años y hoy es uno de los mejores del mundo”, señala Díaz sobre el cordobés de 25 años que ganó Roland Garros 2016, Australia 2017 y 2019 en single; y Wimbledon 2015 en dobles.
La Copa del Mundo, de la que participaron los 12 mejores equipos del mundo, dejó buenas señales para el tenis adaptado argentino. “Cada año se hace visible nuestro crecimiento. El año pasado se dio un paso muy importante porque Argentina presentó después de mucho tiempo equipo masculino y femenino. En esta edición, los chicos, que el año habían finalizado en la quinta posición alcanzaron las semifinales”, explicó Díaz.
Para seguir creciendo, hay que seguir germinando. Por eso, el CeNARD recibe cada sábado por la mañana a decenas de personas que se suman a las escuelas de tenis adaptado para chicos y para adultos. Muchos de ellos, seguramente, sueñan con ser Gustavo Fernández.
