fbpx
SliderTenis

Claves y números del gran Roland Garros de Podoroska

La rosarina alcanzó una históricas semifinales en París y se ubicará desde este el lunes en el top 50 del mundo. ¿Cúales son las fortalezas de su juego? ¿Qué estadísticas la distinguen? Conocelas en este informe.

Por Julián Haramboure

El jueves Nadia Podoroska cerró una actuación soñada en Roland Garros. Proveniente de la qualy, la rosarina llegó hasta semifinales, en donde cayó en sets corridos ante la polaca Iga Swiatek, posterior campeona del certamen.

Esta performance es parte de un 2020 espectacular de la mejor jugadora latina de la actualidad, quien tiene un imponente récord de 43 triunfos y sólo siete derrotas, en tanto que en polvo de ladrillo acumula 25 victorias y cuatro encuentros perdidos. Previo a este paso por el grand slam francés, Podoroska ya llevaba este año tres títulos: los W25 de Malibu y Guadalupe, y el W60 de Saint Malo, sumado a una semifinal en el WTA 125K de Praga.

Pero, más en profundidad, ¿cómo logró desde lo tenístico esto? A continuación sus números y características de juego durante el camino en Roland Garros:

Tras su exitosa clasificación en la que no cedió sets, Nadia inició su camino en el main draw ante la belga Greet Minnen con un contundente triunfo en menos de una hora por 6-2 y 6-1. Fue un partido en donde la argentina se sintió cómoda desde el inicio e impuso su agresivo juego desde fondo de cancha. Allí se destacó el revés paralelo y su golpe más elogiado: el drive invertido.

En la siguiente fase la vara exigencia subió mucho y Podoroska superó a la siempre difícil e imprevisible Yulia Putintseva. Match cambiante: 6-3, 1-6 y 6-2. En el inicio a la argentina le costó lidiar con los espectaculares drops de la nacida en Rusia, pero demostró allí una buena lectura del encuentro y Putintseva perdió el factor sorpresa con el correr de los puntos.

Podoroska anotó 30 o más winners en tres de sus partidos: ante Putintseva, Krejcikova y Svitolina

Al igual que en la rueda anterior, la argentina siguió con un buen piso de primeros servicios (más del 60%), y estuvo firme en la devolución. Se mantuvo de igual a igual en potencia y consiguió 36 winners. Su efectividad en la red no fue alta (56%), pero por mucho mérito de la adversaria.

En tercera ronda, y tras el enmarañado partido anterior, Podoroska volvió a su zona de comfort ante una Anna Schmiedlova que no la lastimó en ningún momento. Allí la argentina dejó en claro que puede superar a muchas jugadoras sin abandonar su estilo de ataque. El primer saque de la sudamericana mejoró respeto al encuentro de segunda instancia, y siguió con alta cantidad de winners (26), aunque el juego en la red continuó algo irregular.

Reacción contra Krejcikova y clase magistral ante Svitolina

En octavos de final, Podoroska consiguió un valioso triunfo ante una de las mejores doblistas del mundo: la checa Barbora Krejcikova, quien como era lógico propuso muchas subidas a la red para sacar provecho de su exquisita volea. No fue el mejor partido de la Peque con su segundo saque, con el cual ganó menos del 40% de los puntos que disputó. También aumentó el número de errores no forzados (43). Sin embargo tuvo doce winners más que su rival y mucha seguridad en el approach. Fue 2-6, 6-2 y 6-3.

Foto: AP

Ya entre las ocho mejores del torneo, la mejor actuación de la albiceleste sin dudas fue frente a la número cinco del mundo Elina Svitolina. Fue un show de variantes: tiros de potencia desde el fondo, fortaleza mental, drive invertido, drops y más. Como curiosidad, ese día Podoroska tuvo mejor porcentaje de puntos ganados con su segundo servicio que con el primero. Además arrasó en winners a su rival: ¡30 a 8!

En la historia ya conocida de la semifinales, la inspirada polaca Iga Swiatek, posterior campeona de esta edición de Roland Garros, poco dejó hacer a una argentina que igualmente nunca abandonó su espíritu de lucha.

Tras más de nueve años (la anterior fue Gisela Dulko en junio de 2011), el país vuelve a tener una representante en el top 50 del ranking WTA, y no es por casualidad o magia. Nadia Podoroska fue paso a paso, mostró perseverancia primero ante la escasez de apoyo y luego ante las lesiones. Cuando obtuvo su objetivo de competir sana, su nivel alcanzó el despegue actual. Además, la decisión de radicarse en Alicante (España) fue otra de las claves para mantener el rodaje en el alto nivel y consolidar un entrenamiento de elite de la mano de Juan Pablo Guzmán y Emiliano Redondi.

Con una mentalidad privilegiada, un juego agresivo y que ofrece un abanico de golpes, la rosarina tiene todo para continuar su escalada en el circuito WTA.

Foto: Reuters

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver al botón superior