Los Gladiadores dejaron todo pero se llevaron la plateada
En un partido muy parejo que tuvo que ir a tiempo suplementario por empate en los 60 minutos, Brasil se impuso a Argentina por 29-27. Los chicos se quedaron con la medalla plateada y el pase a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, pero no se guardaron nada.
En un partido en que los Gladiadores lo dieron todo lo que pudieron, la verdeamarella tuvo a un arquero iluminado que los salvó de la derrota. Porque Argentina estuvo a la altura del rival y a pesar que en algunos momentos de los 60 minutos estuvo impreciso, los argentinos dejaron la vida. Garra, corazón y emoción. Todo, no se guardaron nada, pero no se pudo ganar por lo que se quedó con la medalla de plata y el pase a los Juegos Olímpicos de Janeiro por segunda vez en la historia del handball masculino.
Los Gladiadores fueron: Matías Schultz, Fede Fernández, Fede Pizarro, Sebastián Simonet, Pablo Portela, Diego Simonet, Pablo Simonet, Leo Querín, Fede Vieyra, Fernando García, Juan Fernández, Gonzalo Carou, Damián Migueles, Adrían Portela y Sergio Crevatín.
Al comienzo del primer tiempo los brasileños eran más, tenían un nivel superior y sobre todo concretaban las situaciones de gol que tenían. Sin embargo, a partir de la mitad los Gladiadores empezaron a concretar las situaciones de gol a pesar que el arquero Maik tapaba casi todo lo que se le cruzaba. La Argentina mejoró y tal es así que al final del primer período tuvo posesión del balón y se fue ganando al vestuario por 11-9.
El segundo tiempo también fue muy parejo, en gran parte estuvo empatado, pero nuevamente el arquero Maik privó a los Gladiadores de muchas situaciones de goles por lo que de contraataque aprovechó Brasil para distanciarse en el marcador hasta ponerse 24-21. En ese momento es donde se despertaron los argentinos y con Federico Fernández iluminado, que convirtió tres goles para empatarlo en 24. En el último minuto, hubo falta argentina por lo que el árbitro danés le dio penal a los brasileños. Este fue el momento de mayor tensión porque en caso de convertirlo el oro iba para ellos porque ya no había tiempo de un ataque argentino. Pero el Negro García fue gigante, lo logró intimidar al verdeamarello y tapó el penal de forma asombrosa, emocionante y que forzó un tiempo suplementario.
Se disputaron dos tiempos de cinco minutos donde se pudo ver la clase de jugador y gladiador que es el Chino Simonet porque fue golpeado en todos lados piernas, brazos, torzo, en fín todo el cuerpo. Pero él quería seguir y dar todo por el equipo. Y eso es lo que son los Gladiadores, dejan todo por ganar. Brasil se llevó el oro por 29-27 pero los argentinos no se pueden quejar de nada, enfrentaron a una potencia mundial como son los brasileños y que tuvieron a un arquero iluminado que logró tapar múltiples situaciones de goles.
Los Gladiadores son esto. Emoción, garra y corazón en cada jugada. Todos son importantes desde Matías Schultz quien con sus tapadas logró el pase a la final en un partido contra Uruguay donde Argentina jugó muy mal y que fue irreconocible; hoy el Negro García con esa tapada fundamental al final de los 60 minutos; Sebastián Simonet la cabeza del equipo y que hace que circule el balón y que convirtió 10 goles ante los orientales siendo uno de los artífices del pase a la final; Diego Simonet quien a pesar de estar muy golpeado siguió jugando porque estos chicos aman el handball y son orgullo argentino. Y qué decir del señor capitán Gonzalo Carou, cumplió 200 partidos con la Selección y que es un emblema. Y así se puede seguir con todos los jugadores de este plantel.
La próxima parada para los Gladiadores son los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro donde participarán por segunda vez en la historia. Esta generación dorada sigue y dá todo por la celeste y blanca.