Argentina por segunda vez fue sede, mostró su organización y a sus deportistas a todo el continente americano. En esta ocasión los Juegos Panamericanos le dejaron a la ciudad amplias infraestructuras para en el futuro seguir brindándole deportista de calidad al país.
Por Ángeles Vidal
Argentina volvió a ser sede luego de 44 años, esta vez en Mar del Plata, con cuatro disciplinas que estuvieron presentes por primera vez: karate, triatlón y squash. Con el récord de 42 naciones participantes. Los deportistas nacionales mejoraron la actuación de La Habana 1991, alcanzando el cuarto puesto con un total de 159 medallas, que con 40 oros, 45 platas y 70 bronces, superaron la cantidad obtenida en Buenos Aires 1951 que hasta ese momento era la más alta.
La encargada de encender el fuego panamericano fue Nora Vega, y su ciudad natal se consolidó con la obtención de dos preseas doradas en 300 metros contrarreloj pista, 5.000 metros y plata en 500 metros. El Himno nacional se escuchó en los podios de básquetbol masculino, boxeo, hockey sobre césped en ambas disciplinas, judo, karate, patín carrera, remo, fútbol, taekwondo, tenis, voley, pesas y yachting.
A 20 años de estos Juegos Panamericanos, el Comité Olímpico Argentino, realizó un evento en el que participaron los deportistas Nora Vega, Julia Garisoain, Vanina Oneto, Bettina Fulco, Marcos Milinkovic, Carlos Retegui y Rubén Wolkowyski, contando sus vivencias en el torneo. Se inauguró la Plaza Panamericana, donde en una fuente están grabados los nombres de los 22 marplatenses que compitieron en los Juegos, y las huellas de sus manos que dejaron. Además se realizó un recorrido simbólico de la antorcha, entre las figuras de 1995 y las más actuales cada deportista recorrió 200 metros, hasta llegar al Polideportivo Islas Malvinas. Un festejo por lo que fue Mar del Plata 1995 y por lo que legó, todas las infraestructuras que permitieron a la ciudad costera convertirse en una cuna de grandes deportistas argentinos.
