Kimberley se consagró campeón argentino por primera vez en su historia. Aprovechó la derrota de Boca ante 17 de Agosto para dar la vuelta olímpica una fecha antes de que concluya el Torneo Apertura. Además, se aseguró luchar por un lugar en la Copa Libertadores 2016.
Todo es color de rosas para Kimberley, (celeste en el caso de los de Villa Devoto) que se consagró campeón del Torneo Apertura 2015 y sumó la primera copa para sus vitrinas. Se podría decir que fue un campeón de punta a punta, pero la única vez que perdió el privilegio de ser puntero fue tras la derrota frente a Pinocho, quedando como escolta de Boca. Justamente ambos equipos se enfrentaron en la jornada siguiente, con victoria del conjunto dirigido por Hernán Basile 2-1 en tierras xeneizes en donde le quitaron a Boca un invicto de dos años como local y de tres en torneos locales. Y como si eso fuera poco, también les quitaron la tan ansiada punta del campeonato.
A una jornada de la finalización del torneo, Kimberley le sacó cinco puntos de ventaja a Boca. Cortó una racha de cuatro títulos al hilo del equipo azul y oro y de 16 campeonatos consecutivos ganados por los xeneizes y Pinocho en los últimos ocho años. Dicho sea de paso, San Lorenzo fue el último campeón que no tuvo los colores azul y amarillo o verde y blanco, coronándose en 2006. A partir de allí, fue una hegemonía por parte de los de Villa Urquiza y La Boca.
La derrota 6-4 de los xeneizes frente a 17 de Agosto, lo acreditó a festejar por primera vez siendo un campeón casi perfecto. Porque cosechó catorce victorias, una igualdad y una derrota (aún resta que juegue ante Villa La Ñata). Las únicas dos veces que no ganó fueron: un empate frente a Barracas Central y una caída ante Pinocho, en dos partidos al hilo, lo que hizo que el torneo dependiera de Boca, a quien visitó la semana siguiente y lo venció para quedar a tiro de gritar campeón.
Con Santiago Basile -ganador del Olimpia de plata 2014- como pilar y las espléndidas atajadas de Lucas Farach, Kimberley tiene como premio extra quedar a un paso de clasificar a la Copa Libertadores 2016. A fin de año enfrentará al ganador del Torneo Clausura para ganar la plaza a la cita continental. En caso de volver a resultar ganador del campeonato, clasificará automáticamente. Si no se proclama bicampeón, jugará la final para alcanzar su próxima obsesión.
