Los argentinos vencieron 4-2 a Bélgica y se coronaron campeones olímpicos, algo que ocurre por primera vez para el hockey nacional. El equipo de Retegui comenzó perdiendo pero con mucho sacrificio y pasión terminó quedándose con un duelo para el infarto e histórico.
Por Fernando Torok
Los Juegos Olímpicos de Río 2016 serán inolvidables para los hinchas argentinos. Al igual que Londres 1948, Los Ángeles 1932 y Ámsterdam 1928, la delegación nacional acumula tres oros y buscará un cuarto para tener el Juego más productivo de la historia. La tercera conquista llegó en hockey. Sí, dejó de ser esquiva.
A diferencia de lo que baticinaba cualquier experto, fueron Los Leones los autores de la máxima conquista que ahora tiene el deporte sobre césped. En una muestra de superación y nunca bajar los brazos, los chicos argentinos superaron un muy duro grupo, vencieron a los más grandes del mundo y, este 18 de agosto de 2016, Deodoro fue testigo de la epopeya más importante al vencer por 4-2 a Bélgica.
La ilusión se vio golpeada en el comienzo del partido. A los tres minutos de comenzar el juego, donde el nerviosisimo todavía estaba presente tanto en las gradas como en la cancha, los belgas tomaron ventaja. Tanguy Cousins definió para un golazo luego de desviar un buen pase filtrado para el 1-0.
Sin embargo, a medida que fue pasando el tiempo Los Leones se fueron acomodando al juego sin Matías Paredes y sin Matías Rey (ambos baja por lesión), y empezaron a sacar provecho. Apoyados en una multitud que abarrotó las tribunas de Deodoro, los dirigidos por Carlos Retegui tuvieron una ráfaga para pasar al frente en el final del parcial.
En un córner corto llegó la igualdad a través de Pedro Ibarra, quien desvió un remate de Gonzalo Peillat. Dos minutos más tarde Ignacio Ortiz concretó la remontada con un gran remate de revés para ponerse al frente 2-1.
Desde que Argentina tomó las riendas del juego fue un partido para el delirio en Deodoro. El equipo de Retegui se mostró más aceitado que nunca, quebrando la marca zonal en el mediocampo con una buena proyección por los costados para complicar a Bélgica. Minuto a minuto, el equipo Albiceleste dio muestras de que el tercero estaba por llegar hasta que Gonzalo Peillat lo consiguió. El Acha mostró que es LA figura del torneo al nuevamente capitalizar un córner corto: arrastrada poderosa, resultado imposible de evitar y 3-1 con el que terminaron yendo al descanso.
Los Leones mantuvieron el dominio del juego hasta llegar a los 40 minutos. Desde entonces, los últimos 20, tuvieron a los belgas como protagonistas. Los argentinos decidieron replegarse ante unos europeos que fueron con todos sus hombres en busca de la hazaña. Asi llegaron una y otra vez hasta que, a ocho segundos de cerrar el tercer cuarto, Gauthier Boccard hizo un golazo al penetrar por la derecha, amagando a uno y otro para luego definir cruzado.
Con la ventaja mínima, el último cuarto fue para el infarto. Los belgas siguieron en busca del gol del empate ante unos argentinos que apelaron a la contra para liquidar el juego. Gracias a grandes apariciones de Juanma Vivaldi para tapar los cortos rivales, Los Leones se pudieron mantener al frente.
Hasta que a menos de un minuto del cierre llegó el delirio argentino. Bélgica apostó con 11 jugadores de campo ante el apuro del reloj, y Agustín Mazzilli aprovechó esta situación, recibiendo un pase largo, amagando al jugador de campo que sustituyó al arquero y empujándola al lado del arco para el 4-2 histórico.
La continuación fue una serie de imágenes más que merecidas. Los argentinos tuvieron su más que merecida medalla de oro tras un torneo excepcional donde vencieron a quien era bicampeón olímpico (Alemania), a Bélgica y con una igualada en el debut ante la superpotencia Holanda que finalizó cuarta.
El himno, los cánticos y el abrazo de los afectos. Todas las lágrimas de no ir a Beijing 2008 y quedar décimos en Londres 2012 pasaron a ser de felicidad, de alegría y de una historia incomparable. Luego de los intentos fallidos de Las Leonas, el hockey argentino tiene la chance de celebrar su primer oro olímpico. Como dijo la canción, de Deodoro “¡nos vamos con el oro!”. ¡Salud campeones!
