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Rugby

Siempre ganan los de negro

Los All Blacks se llevaron por 36 a 17 el duelo contra Los Pumas en Vélez por el Rugby Championship.
 
Esta vez fue en el final del primer tiempo, después de media hora durísima con pocos errores en los tackles aunque sin lograr profundidad en ataque, Los Pumas cedieron un try y llegó el vendaval habitual en el que se convierten los All Blacks cuando encuentran la oportunidad (la generan, la inventan, la buscan y aparece, siempre, contra todos). Jugar contra ellos es como rendir ante un docente que sabe en qué temas venís más flojo y pregunta sobre eso hasta la última coma. Este año los neozelandeses jugaron cinco partidos contra los semifinalistas del mundial 2015, ganaron y se llevaron bonus en todos. Impresionante.
 
La idea de Los Pumas era presionar para impedir que los All Blacks jugaran cómodos. Tacklearon y tacklearon. En la primera media hora habían hecho 52 tackles y erraron 5, terminaron el primer tiempo con 61 y 11. Esos 6 errores se convirtieron en 19 puntos. Así es jugar contra estos tipos.
 
A los 28 minutos llegó el try de Lienert-Brown después de un ataque sostenido en el que la defensa argentina retrocedió de a poco y cometió un par de penales. Los All Blacks no patearon, eligieron jugar en el scrum no porque sometieran desde el empuje sino porque saben que no hay equipo en el mundo que resista un ataque neozelandés desde esa plataforma dentro de los veintidós metros. Un par de fases y llegó el quiebre. Pases en el contacto, velocidad, ángulos. Si se puede jugar rugby perfecto, es más o menos así.
 
Ahí llegaron los errores. Un line out mal tirado en extrema defensa sirvió el segundo try. Un despeje sobre la marca el tercero. Un par de errores en los tackles el cuarto y el primer tiempo terminó 29-3.
 
El segundo no empezó mejor. A los cuatro minutos Ben Smith apoyó después de una grandísima jugada. Los casi 32 mil espectadores ya se llevaban de la noche fría de Liniers buenas muestras de lo que es capaz de hacer el mejor equipo del mundo, faltaba un poco más de Los Pumas. Y llegó. A fuerza de empuje en el scrum consiguieron varios penales y el try de Isa. Los argentinos siguieron atacando y estuvieron cerca de repetir la fórmula pero la defensa neozelandesa terminó prevaleciendo. Sobre el final, una patada cruzada de González Iglesias le llegó a Tuculet que apoyó cerca de la bandera después de hacer equilibrio para evitar pisar la línea.
 
Los Pumas rompieron varias veces la línea de ventaja durante el partido pero faltó eso que los All Blacks encuentran todo el tiempo, apoyo, pases, continuidad. No fue una mala noche para el equipo argentino, más allá de lo que el resultado indicaba incluso antes del descuento final. Ahora es tiempo de viajar a Inglaterra para cerrar este Rugby Championship contra Australia en Twickenham, descansar un poco y pensar en la ventana de noviembre, fundamental para acomodarse en el ranking con la cabeza puesta en el próximo Mundial y una buena oportunidad de medirse ante equipos terrenales. 

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